Un equipo internacional en el que participan la Universidad Rey Juan Carlos, Universidad de Alicante y el CSIC ha comprobado que la proporción de tiempo con cobertura de cultivos, independientemente de su diversidad, tiene un efecto positivo sobre el rendimiento agronómico de los campos de cereal europeos, su biodiversidad edáfica y su capacidad para proporcionar servicios tales como la regulación del clima o la fertilidad del suelo.