Alberto Sánchez Lozano
Juan Bosco Govantes Romero ya lleva mucho tiempo colaborando estrechamente con el Observatorio Político y Electoral del Mundo Árabe y Musulmán (OPEMAM), aunque su vinculación se ha hecho formal hace un año. OPEMAM es un proyecto de investigación académico que se ocupa del análisis y observación de los procesos políticos y electorales en los países árabes y musulmanes. Fue creado en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y está vinculado a su Taller de Estudios Internacionales Mediterráneos (TEIM).
"El proceso electoral que hemos tenido ocasión de observar ha sido algo complejo ya que han coincidido las terceras elecciones legislativas y las segundas presidenciales en apenas un mes. Dichos procesos electorales han seguido lógicas distintas", ha reconocido el profesor del área de Ciencia Política y de la Administración de la URJC.
El profesor universitario Kaïs Saied fue el vencedor de las elecciones presidenciales en Túnez. Un profesor universitario sin carisma entre el electorado ni estructura política, sin programa para gobernar, ni apenas hacer campaña electoral. Para Juan Bosco Govantes, el hecho de que haya un vencedor con este perfil supone "la más que palpable desafección de los tunecinos por los partidos con representación parlamentaria, ya que habido una baja tasa de participación en la primera vuelta de estos comicios, especialmente entre los jóvenes", reflexiona Govantes.
"Respecto a la segunda vuelta de las presidenciales, el perfil intelectual y apartidista del candidato Kaïs Saied ha conseguido movilizar y entusiasmar a un electorado joven que ha sido decisivo para explicar la magnitud de su victoria", afirma.
Un candidato admirado por los jóvenes
"Kaïs Saied es un intelectual del ámbito del derecho muy conocido por sus intervenciones en los medios de comunicación y que despierta admiración entre la juventud tunecina, especialmente los diplomados universitarios. Su campaña ha sido articulada sobre una base no partidista y con medios limitados y mensajes focalizados en la recuperación de la legitimidad popular revolucionaria y su independencia de los partidos", indica el profesor de la URJC.
Aunque no tenía experiencia alguna en la política y de diversas propuestas populitas y poco realistas, Saied ha conseguido que su mensaje atraiga a gran parte del electorado tunecino, en especial a la gente que se ha abstenido en los anteriores comicios. "En la segunda vuelta, además ha contado con el apoyo de la primera fuerza parlamentaria, el partido islamista moderado 'Ennahda', que ha movilizado a su electorado en favor de su candidatura", ha explicado Govantes.
Tras la caída del dictador Ben Alí en 2011 con la llamada 'Revolución de los Jazmines', Túnez vive inmerso en un proceso de transición hacia ser un país plenamente democrático, a pesar de que sufre graves problemas como la crisis económica por la caída del turismo, la pobreza o la desigualdad.
"Túnez es un ejemplo de éxito sobre cómo hacer una transición política y, sin duda, un gran ejemplo para el mundo árabe. A nivel político y de derechos y libertades, la transición ha sido modélica. Además, el país cuenta con una sociedad civil organizada muy comprometida con la democracia, destacando el papel de los sindicatos, como la UGTT, o de los observatorios electorales locales como 'Mourakiboun' o IWatch", ha concluido el politólogo y docente de la URJC.