Redacción
El estudio ha investigado los cambios que el tejido adiposo de un organismo presenta a medida que pasa el tiempo. El tejido adiposo está formado por un conjunto de células que acumulan lípidos en su interior. Desempeñan la función de reserva energética y de aislante térmico y amortiguador mecánico. Existen dos tipos de tejido adiposo: el tejido adiposo marrón y el tejido adiposo blanco. El marrón es capaz de generar la energía necesaria para las células mientras que el blanco es el encargado de un mayor almacenamiento de energía en forma de lípidos. Ambos tejidos adiposos pueden regular hormonas importantes para el organismo. Durante el envejecimiento, los individuos tienden a acumular más grasa en el cuerpo, y en ocasiones no sólo en el tejido adiposo, sino también en otros tejidos.
Esta investigación quería comprobar que, con el paso de los años, esos tejidos adiposos se van deteriorando y como consecuencia su plasticidad se modifica y desarrollan la resistencia a la insulina.
Para demostrarlo, han utilizado ratones de diferentes edades con una restricción moderada y mantenida del 20% desde los 3 meses de edad. Patricia Corrales, primera autora del estudio ha concluido que los ratones a medida que envejecen han sufrido más daños en los tejidos adiposos. La restricción calórica mejora la función de estos tejidos adiposos, especialmente el tejido adiposo marrón y como consecuencia mejora el estado metabólico del organismo.
Como conclusión, esta investigación muestra una mejora metabólica si se produce una restricción calórica moderada mantenida a lo largo del tiempo. Estos efectos son muy importantes para disminuir la resistencia a la insulina que aparece a mediana edad de forma fisiológica en el organismo. Los investigadores afirman que la restricción calórica a largo plazo se podría considerar una intervención no farmacológica, capaz de modular y mejorar estas alteraciones que tienen lugar a una edad temprana del envejecimiento, constituyendo así una mejora metabólica global en los individuos de mediana edad.
Esta investigación ha sido publicada en la revista Agin Cell: PDF
Esquema de la investigación (inglés)
Referencia:
Corrales P, Vivas Y, Izquierdo-Lahuerta A, Horrillo D, Seoane-Collazo P, Velasco I, Torres L, Lopez Y, Martínez C, López M, Ros M, Obregon MJ, Medina-Gomez G. Aging Cell. 2019 Mar 28:e12948. doi: 10.1111/acel.12948.