Rosa Márquez de la Orden
Han pasado 85 años desde que terminara la Guerra Civil, pero todavía quedan lagunas por cubrir y heridas que no se han cerrado. Con el objetivo de dar a conocer al público los últimos descubrimientos del conflicto, la Universidad Rey Juan Carlos ha celebrado un ambicioso curso de verano en el que se han reunido historiadores y expertos de universidades y centros de investigación de toda España. A lo largo de las tres jornadas en las que se ha dividido el curso, se han tratado temas novedosos y muy rompedores que van más allá del ámbito militar, como la influencia de los Kennedy en el devenir de la contienda, las vanguardias artísticas, el expolio del patrimonio nacional o la influencia de los servicios secretos. “Hemos intentado conectar a historiadores y catedráticos de un largo recorrido académico con las nuevas generaciones de investigadores que se están moviendo por el mundo, para que intercambien conocimientos”, explica Miguel Íñiguez, profesor de la URJC y uno de los directores del curso. Estos jóvenes académicos están planteando nuevas preguntas y utilizando otras fuentes para cubrir los vacíos historiográficos. La interdisciplinariedad y la innovación metodológica han permitido avances significativos en la comprensión del conflicto, pero muchos de estos descubrimientos no llegan al público general debido a su publicación en revistas especializadas o presentaciones en congresos académicos, de ahí la importancia de divulgar el conocimiento. “Muchas pruebas están en manos privadas, otras se han destruido, a veces sin mala intención. En los años 40 los funcionarios de los archivos pasaban frío y para calentarse echaban al fuego los documentos del bando republicano, que se supone que no servían, destruyendo así un material muy valioso”, recuerda Íñiguez.
Ángel Viñas, de la Universidad Complutense, fue el encargado de la ponencia de apertura, donde explicó el papel de las tramas civil y militar en la preparación del 18 de Julio. “La guerra civil se preparó con la ayuda italiana, Mussolini jugó un papel clave, pues quería implementar en España un régimen favorable a sus intereses. Luego vendría la ayuda de la Alemania nazi y de las compañías norteamericanas que suministraron el petróleo”. Otra de las ponencias más interesantes fue la de Alba Nueda, sobre la influencia del hambre en el desarrollo de la guerra y cómo fue utilizada de manera propagandística por el bando sublevado evitando que los republicanos pudieran acceder al trigo que enviaban desde Europa del Este.
Entre el alumnado del curso hay muchos estudiantes del grado de Historia, pero también de la Universidad de Mayores, donde los directores imparten una asignatura dedicada a la Guerra Civil. Las becas han facilitado el alojamiento en Aranjuez de los participantes, que han seguido las jornadas con gran interés y han intercambiado contactos para poder seguir debatiendo a futuro sobre un tema del que parece que todavía queda mucho por descubrir.