Sello HR4RS
Raúl García Hémonnet
Hoy es la última sesión y la primera presencial de una formación por la que la URJC ha ofrecido las claves de las principales herramientas y métodos de los que se sirve la Inteligencia Artificial y sus aplicaciones educativas.
Su responsable es el profesor de la ETSIT, Gregorio Robles, quien pondrá cara a muchos y muchas de sus estudiantes que durante varias semanas solo han dispuesto de la interacción por vía telemática. El curso ha tenido un total de 180 personas inscritas.
Esta última sesión es el colofón del curso y va a servir de encuentro entre estudiantes y docente y también está previsto que participen responsables educativos de la Comunidad de Madrid, colaboradora del curso.
Durante el ciclo, señala Robles “hemos propuesto actividades que, generalmente se han ejecutado de otra manera, intentamos provocar que los alumnos, además de aprender desarrollen pensamiento crítico”.
Como indica Robles, a través de la IA, “la máquina busca patrones” así, se puede aplicar la Inteligencia Artificial para, a partir de fotos de columnas de la antigua Grecia, aprender los órdenes helenos. Así mismo para identificar y diferenciar textos de autores como Quevedo o Góngora, que coincidieron en el tiempo.
Por extraño que parezca, las matemáticas, comenta Robles, son más difíciles de trabajar desde este punto de vista, “porque estamos acostumbrados al 100% del resultado y la IA no asegura esa exactitud total”.
Teoría y práctica
En el curso se ha proporcionado una introducción y una serie de contenidos sobre Inteligencia Artificial desde el punto de vista teórico para después abordar ejemplos de actividades. El trabajo final es el diseño y la realización de una actividad didáctica utilizando la IA en clase. Como afirma Gregorio Robles, “en el curso se cuenta desde la propia experiencia el uso de estas herramientas en el aula. Los alumnos -docentes- son el motor de esto porque nos dan la experiencia”.
La Inteligencia Artificial está cada vez más presente en la sociedad y ofrece posibilidades en diversos campos de la actividad humana, “van a ser muy interesantes los próximos años porque vamos a vivir la explosión de la IA”, señala el profesor. Con este curso, un buen número de docentes madrileños ya saben algo más de una tecnología que puede cambiar para siempre la forma de dar clase.