Sello HR4RS
Nuria Ripoll
Los 42 estudiantes seleccionados para el Programa de Voluntariado Internacional de este curso comenzaron su andadura el pasado 2 y 3 de noviembre, con un seminario de formación celebrado en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. En él se destacó la importancia del voluntariado internacional en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en la formación integral de los estudiantes universitarios más allá de las aulas.
De las seis universidades públicas madrileñas, la URJC ha sido la universidad con más solicitantes, 36 inicialmente. Según Cantalejo, “el Programa permite favorecer la participación de estudiantes universitarios en proyectos internacionales, fomentar la acción voluntaria internacional entre universitarios, abrir la proyección profesional a estudiantes en el campo del voluntariado y la cooperación al desarrollo, y promover el trabajo en red de los voluntarios internacionales universitarios”.
Los seis estudiantes finalmente seleccionados para cubrir las plazas ofertadas han sido Nerea Belmonte y Rosa María Márquez, que colaborarán en el apoyo para el desarrollo de una mediateca en el Centro de Arte para la Paz de Suchitoto de El Salvador; Joel Fernández Serra, que desarrollará labores de mediador social en el mismo centro; Livia Sofía Cruz, que prestará apoyo en atención a la diversidad funcional en Tánger; Alba Gómez, que colaborará en el Hospital Pediátrico Dr. Hugo Mendoza de República Dominicana y Pablo González, que prestará apoyo en el Servicio Regional de salud de La Vega, también en República Dominicana.
Este seminario de formación agrupó varias charlas y talleres prácticos impartidos por profesores y personal técnico de las universidades participantes. Por parte de la URJC intervinieron Irene Cantalejo, jefa de Responsabilidad Social Universitaria y Ana Martínez Pérez, profesora de Sociología de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, quien ofreció a los estudiantes consejos sobre prevención en materia de salud una vez se encuentren trabajando en el terreno.
Según Cantalejo, “lo principal es concienciar a los estudiantes que el voluntariado es una filosofía de vida, coherente con la forma de pensar y actuar en el día a día”. “El voluntariado refuerza el compromiso cívico, protege la inclusión social y afianza la solidaridad. Permite a las personas y comunidades participar en su propio crecimiento” explica. “Sin los voluntarios no es posible lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible sin una gran diversidad de personas comprometidas en todas las etapas, en todos los niveles y en todo momento”
“Van a encontrarse con experiencias de vida difíciles de olvidar, se adentrarán en realidades diversas en terreno que realzaran sus sentimientos de solidaridad, se sentirán útiles, crearan lazos con su comunidad, aprenderán de la sociedad que les rodea, serán más generosos, y honestos de por vida” termina explicando Cantalejo.