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Lunes 28 de Junio de 2021 a las 13:40

La nueva normalidad del coro universitario

La nueva normalidad del coro universitario La nueva normalidad del coro universitario

La agrupación, dirigida por Gemma Camps Galmés, actuará por primera vez en el acto de la toma de posesión del rector

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Daria Efimova

Tras casi un año de inactividad, el Coro universitario Rey Juan Carlos regresa a los escenarios. La agrupación ha reanudado los ensayos presenciales el pasado mes de marzo: por primera vez desde el inicio de la pandemia; y bajo la nueva dirección de la compositora Gemma Camps Galmés. Formado por los estudiantes, alumnos egresados, profesores y personal de administración y servicios de la URJC, el coro universitario une a personas de todas las edades y situaciones bajo una misma pasión: la música.

Su primera (y última) actuación de este curso académico tendrá lugar el 29 de junio en el acto de la toma de posesión del rector.

Cambio de formato

Desde sus primeros días como directora, Gemma Camps Galmés ha apostado por ensayos presenciales. Aunque muchas otras instituciones no han querido arriesgarse, Gemma Camps, junto con la Universidad, han hecho lo posible para que los encuentros presenciales puedan tener lugar. “Con la colaboración del Vicerrectorado de Cultura, se han propuesto las medidas necesarias. Ha sido un proceso largo, pero con la ayuda de la Universidad lo hemos logrado”, señala la directora.

Para su sorpresa, ni siquiera la situación sanitaria ha sido capaz de sobrepasar el entusiasmo de los cantantes: unas 60 personas expresaron su deseo de formar parte del coro. “Convocamos unas tres semanas de audiciones”, narra Gemma Camps, “y al final se quedó una plantilla de 50 miembros.” Un número muy grande en comparación con los años anteriores, cuando la agrupación solía tener alrededor de 30 integrantes.

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Debido al volumen del coro, ensayar con el grupo completo respetando las medidas de seguridad no era posible. Para ello, se tomó la decisión de dividirlo en seis subgrupos, clasificados por los registros de voz: sopranos, altos, tenores y bajos. Cada subgrupo ensayaba una hora cada dos semanas; una frecuencia muy baja para un coro no profesional. No obstante, los cantantes han compensado la falta de tiempo con su increíble entusiasmo. “Estoy sorprendida por su dedicación y trabajo”, confiesa Gemma Camps, “y de que hemos podido encontrarnos hoy con un resultado muy positivo. Eso dice mucho de su ilusión.” Este último ensayo es el único que se ha hecho con el grupo completo, algo que lo convierte en un momento de especial importancia para los integrantes, que, hasta entonces, solo han podido practicar con algunos de sus compañeros.

Esperanzador futuro

El Coro universitario se fundió en el año 2002, como iniciativa de crear un grupo práctico para los apasionados por la música. Desde entonces, la plantilla de los integrantes ha ido cambiando anualmente, aunque el repertorio se ha mantenido similar. Ahora, cuando la situación sanitaria está mejorando, tanto la directora como los miembros del coro tienen mucha esperanza sobre su futuro. Una mayor colaboración con el grupo de la orquesta universitaria, un repertorio más amplio, más ensayos presenciales y actuaciones son tan solo algunos de los planes de Gemma Camps y de los cantantes. De lo que nadie duda es de que un coro que ha sobrevivido y ha salido adelante durante la pandemia solo puede tener por delante un futuro con mucha ilusión, retos y esperanzas.