Alberto Viña
Ante la situación extraordinaria que se vive en la actualidad a causa de la expansión global de la Covid-19, son varias las instituciones y organizaciones que se han visto obligadas a trazar nuevas estrategia de actuación, especialmente los gobiernos, que no solo deben encarar y tratar de superar la crisis, sino que también deben mantener a la población al tanto de las novedades.
Por otro lado, los medios de comunicación han asumido, además de la habitual labor de información, la tarea de formar y educar a los ciudadanos. Así, los medios han tomado un papel más importante que el que poseen generalmente, y se han convertido en auténticos espacios de aprendizaje, o nuevas aulas universitarias.
Estos dos puntos son los que han querido estudiar las profesoras de la Universidad Rey Juan Carlos, Ángeles Moreno y Cristina Fuentes Lara. Mediante la elaboración y el posterior análisis de los resultados de una encuesta, ambas profesoras pretenden conocer, entre otros, qué medios y fuentes de información se han consultado y cuál es el grado de satisfacción sobre los datos obtenidos.
La propia Ángeles Moreno explica cuáles eran los principales objetivos del estudio: “En primer lugar, queremos poner en valor la función de la comunicación en la gestión de emergencias. Y, de manera más concreta, el estudio establecerá relaciones empíricas entre el consumo de información en medios periodísticos y no periodísticos, la confianza atribuida a las fuentes y la atribución de responsabilidades”, entre otros.
Moreno considera que “esta crisis ha puesto de manifiesto que la cooperación de los ciudadanos es esencial para superar una emergencia sanitaria”, e indica también que “cuando existe una falta de confianza en la información oficial,una sobrecarga de información o problemas en la atribución de las fuentes, esa cooperación ciudadana se pone en peligro”. En este sentido, la investigadora de GEAC explica que “una gestión profesional, ágil e integrada de la comunicación por parte de las instituciones públicas es imprescindible para minimizar los efectos de la crisis, y este estudio permitirá generar modelos de actuación para futuras situaciones de emergencia”.
Un proyecto que atraviesa fronteras
La investigación de las profesoras Ángeles Moreno y Cristina Fuentes no se quedará solo en España, sino que cuenta con la colaboración de varias instituciones universitarias europeas. Según explica Moreno, estas son la “Leeds-Beckett University, de Reino Unido, y la Libera Università di Lingue e Communicazione (IULM) de Milán, Italia”.
“Hemos creado un proyecto de investigación crosscultural con equipos de estas dos universidades. Ahora, la investigación se está sometiendo a evaluación para convertirse en un proyecto de la European Public Relations an Research Association, lo cual permitiría que se realizaran análisis comparativos entre los tres países”, señala Moreno.
Primeros resultados del estudio
El estudio ya ha arrojado varios y muy interesantes datos sobre el primer mes de confinamiento, como que uno de cada dos españoles considera que el Gobierno fue una fuente de información altamente fiable, y que el Comité Covid-19 que él mismo conformó posee la confianza del 58,3% de la población. También se muestra que el personal sanitario, especialmente las personalidades de prestigio (75,1%) y el personal conocido personalmente (73,5%) fueron a quienes más confianza se les otorgó. Sin embargo, tan solo cuatro de cada diez ciudadanos consideran que los medios de comunicación fueron una fuente de información de confianza.
Por otro lado, el estudio también muestra que la mayor parte de los ciudadanos asimilaron correctamente las informaciones ofrecidas por las autoridades, como, por ejemplo, el procedimiento de solicitud de test a través del 112 (con un 94%) o las medidas de protección, como la distancia de seguridad o el modo correcto de lavarse las manos (con un 82,3%). Sin embargo, algunos encuestados incluyeron entre sus conocimientos datos sacados de juicios de opinión y fake news, lo cual evidencia un consumo alto de medios con dificultades en la identificación de fuentes.