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Martes 10 de Julio de 2018 a las 14:43

TFG y TFM, de la idea a la defensa

Acotar su objeto de estudio, investigar, desarrollarlo y defenderlo. Estas son las fases que atraviesan miles de estudiantes en la URJC para llegar a presentar sus trabajos finales los últimos meses del curso.

Laura Susín Ascaso

Durante esta época del año, los universitarios se enfrentan a la defensa ante tribunal de sus Trabajos de Fin de Grado (TFG) y Trabajos de Fin de Máster (TFM). Para ellos, es un momento importante en su carrera formativa. Aunque, para llegar hasta ahí atraviesan uno o dos años de investigación, concreción de la idea y desarrollo de su proyecto.

A comienzos de curso, tanto en grado como en máster, los profesores plantean una batería de temas y los estudiantes escogen no solo su línea de investigación, sino también a la personas que va a dirigir su trabajo. Este paso les sirve de inspiración y, en la mayoría de los casos, el alumnado contacta directamente con un profesor experto en la materia sobre la que versa su propuesta.

Nerea Punzano ha sido alumna del Máster Universitario en Formación del Profesorado en la Universidad Rey Juan Carlos en esta última edición. Recientemente ha planteado en su TFM un taller de manejo de las TIC con conocimientos audiovisuales para profesores.  Ella asegura que “acotar la idea al comienzo fue lo más complejo, y más cuando investigas en un campo de estudio muy amplio”. Durante el desarrollo del proyecto es importante, dice, “definir bien el enfoque para agilizar el desarrollo y tener claro cuáles son los puntos fuertes”.

Aunque no hay una receta única para preparar estos trabajos, docentes y miembros de tribunales en la URJC como Andrés Navarra aseguran que “deben ser necesarios, novedosos y abarcables”. El profesor de Didácticas de la Comunicación Audiovisual en el Máster Universitario en Formación del Profesorado añade que “para ello, es fundamental el papel del tutor, que intenta mejorar la idea inicial del estudiante, canalizar sus inquietudes y conducirlas hacia una investigación rigurosa”.

Ceñirse al tiempo, gestionar los medios técnicos, y ensayar la comunicación verbal y no verbal son algunos de los aspectos a tener en cuenta en la exposición oral. El profesor explica que, ante el tribunal “es fundamental estar preparado y lo más tranquilo posible para que los nervios no les jueguen malas pasadas”.

Por norma general, la calificación final de los proyectos la marca una rúbrica de evaluación, por eso es importante conocer los aspectos evaluables y reforzarlos. La proyección de futuro del trabajo depende siempre de su autor y existen infinidad de oportunidades para aquellos que quieran desarrollar a posteriori su investigación en publicaciones, en un doctorado o en congresos.