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Miércoles 24 de Mayo de 2017 a las 10:42

La URJC lidera la elaboración del ranking de viveros de Funcas

Vivero de Empresas de Móstoles Vivero de Empresas de Móstoles

En este estudio se han registrado 227 viveros operativos en España, con una mayor concentración en las Comunidades Autónomas de Madrid, Cataluña y Castilla-La Mancha.

La Universidad Rey Juan Carlos y Funcas, institución de carácter privado dedicada a la investigación económica y social, han dado a conocer los datos del ranking de viveros de empresas 2016/2017. El Cloud Incubator Hub (Murcia) ha sido el vivero de empresas que mejor puntuación ha obtenido, seguido de Andalucía Emprende (Sevilla) y La Salle Technova (Barcelona). Ambas instituciones han estudiado la situación actual de los viveros de empresas en España, y por primera vez este año también de las aceleradoras, como catalizadores del desarrollo del tejido empresarial del país y en un contexto en el que, desde hace ya varios años, la actividad emprendedora se ha convertido en un instrumento dinamizador de la economía y pieza clave para la innovación, la competitividad y el crecimiento.

Estas iniciativas mejoran la capacidad emprendedora de la sociedad y resultan clave en la medida en que las empresas de nueva creación suponen un impacto positivo en las economías, aunque son frágiles y su tasa de mortalidad es elevada. El fin de la actividad empresarial afecta a más del 20% de las empresas creadas en su primer año de vida, el 15% desaparece en el segundo año y aproximadamente un 10% muere en el tercero, lo que implica que queda mucho por hacer en cuanto a garantizar mejores indicadores de supervivencia, creando empleo y prosperidad. Los viveros -estructuras físicas y de formación en la incubación de empresas- y las aceleradoras -programas de incubación cortos e intensivos en el tiempo- llegan a elevar la tasa de supervivencia a niveles del 90%.

En el estudio, correspondiente a 2016, se han registrado 227 viveros operativos en España, con una mayor concentración en las Comunidades Autónomas de Madrid, Cataluña y Castilla-La Mancha, seguidas muy de cerca por Andalucía, Comunidad Valenciana, Murcia y Castilla y León. Por el contrario, en Cantabria, Aragón, Baleares, Extremadura, La Rioja y Navarra, así como en las dos ciudades autónomas se sitúa menos del 15% de los viveros.

Cabe destacar que regiones como Canarias, Castilla-La Mancha o Murcia continúan con una fuerte implantación de nuevos viveros, cuyo número se acerca cada vez más a los ecosistemas de Madrid, Barcelona, Andalucía o Valencia. En resumen, se vislumbran los primeros indicios de cierta consolidación regional de este tipo de entidades.

La cifra total de viveros supone un descenso respecto a 2015 debido al cambio de actitud tanto desde las administraciones públicas como desde los entes privados que apoyan el emprendimiento, al apostar más por la calidad que por la cantidad, y a una transformación o reorientación de las infraestructuras de apoyo a emprendedores con el fin de evitar que se solapen y aprovechar mejor los recursos.

El estudio también resalta que cada vez son más las grandes empresas, bancos o escuelas de negocios que llevan a cabo diferentes iniciativas destinadas al desarrollo y creación de nuevas empresas. Concretamente, los viveros promovidos por entidades privadas suman casi el 30% de los viveros encuestados frente al 24% de un año antes. Además, cabe señalar que un 6% de los viveros tiene su origen en la colaboración entre diferentes entidades, lo que confirma una apuesta incipiente por cooperar y generar sinergias.

Aceleradoras

España cuenta con 73 aceleradoras repartidas por las diferentes Comunidades Autónomas, aunque hay una clara concentración en Madrid y Cataluña, seguidas de Andalucía y Comunidad Valenciana, donde se agrupa más del 62% de estas estructuras. Orizont, Aceleradora Agroalimentaria (Pamplona), Ship2B (Barcelona) y Demium Startups (Valencia) ocupan los tres primeros puestos del ranking.

Las aceleradoras se constituyen como entidades diseñadas para acelerar el proceso de interacción de las empresas con el mercado con la intención de que se adapten rápidamente y aprendan. Es decir, conseguir empresas ágiles. En España tienen, en su mayoría, un promotor de naturaleza privada (67%). No obstante, el efecto positivo que generan ha despertado el interés de ayuntamientos y administraciones públicas por herramientas como políticas de generación de innovación tecnológica y desarrollo regional (21%).