Sello HRS4R
Mentoría para la investigación Euriclea
Redacción/Ginés Miñano
La investigación, realizada por María Dolores Sánchez Sánchez, Carmen de Pablos Heredero y José Luis Montes Botella, examina el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos en el comportamiento turístico a partir de un análisis comparativo entre julio de 2022, marcado por una ola de calor, y julio de 2023, sin este episodio. Mediante una metodología cuantitativa basada en modelos de ecuaciones estructurales, el estudio analiza las relaciones entre el país de origen, el destino turístico, el tipo de alojamiento y el número de pernoctaciones.
El trabajo se apoya en datos de la encuesta FRONTUR del Instituto Nacional de Estadística y en registros climáticos de la Agencia Estatal de Meteorología, con una muestra de 6.556 turistas procedentes del Reino Unido, Francia, Alemania y los Países Bajos. Los resultados muestran que las olas de calor influyen de forma significativa en la elección del destino y reducen la duración de las estancias, especialmente en regiones insulares como las Islas Baleares.
El estudio destaca un descenso notable de los viajes procedentes del Reino Unido durante los episodios de calor extremo, lo que apunta a una preferencia creciente por destinos con temperaturas más suaves. En cambio, no se detectan efectos significativos en el tipo de alojamiento contratado. Estos cambios de comportamiento refuerzan la consolidación de las denominadas “cool-cations” como una tendencia emergente en el turismo internacional.
Entre las principales conclusiones, los autores subrayan la necesidad de que los destinos de sol y playa incorporen estrategias de adaptación climática, mejoren el confort térmico y refuercen sus servicios para mantener su atractivo. La inclusión de las olas de calor en los modelos predictivos se presenta como una herramienta clave para la planificación y el diseño de políticas turísticas en un contexto de cambio climático.