Rosa Márquez
El seminario ‘Aranjuez, paisaje y tiempo’, dirigido por los profesores Alicia Pascual y Daniel Ruiz, ofrece una aproximación interdisciplinar al entorno natural del municipio, combinando clases teóricas con talleres prácticos y actividades inmersivas. En esta edición, el eje temático ha sido el tiempo.
Durante dos días, las personas participantes han explorado cómo se construye y habita el paisaje en Aranjuez, una ciudad que fue concebida como símbolo de poder, pero también como refugio. La programación ha incluido un paseo guiado por el Jardín del Príncipe, una visita al Centro de Formación Ambiental La Chimenea, y prácticas para conectar con la naturaleza, como los baños de bosque o el taller dedicado a la interacción con los árboles impartido por la ingeniera agrónoma Anael Hervás:
“El objetivo es ampliar la percepción que tenemos de los árboles y su rol en los paisajes, así como sugerir una serie de herramientas para entrar en conexión con ellos”.
Los árboles son archivos vivos del tiempo, asegura Hervás. “Son muy longevos y, por tanto, testigos de la historia. Además, guardan memoria. A través del estudio de sus anillos, por ejemplo, podemos conocer cómo ha sido cada época”.
Junto a su valor simbólico y científico, los árboles también son fuente de bienestar:
“La conexión con la naturaleza tiene múltiples beneficios. Solo con caminar veinte minutos por un jardín —de los muchos que hay en Aranjuez— se transforma el estado emocional. A nivel físico se reduce la presión sanguínea, y psicológicamente nos permite conectar con nosotros mismos”, afirma.
Durante el seminario también ha habido tiempo para el arte, con un taller sobre haikus impartido por la poeta Montserrat Doucet y una charla-coloquio con la pintora Blanca Prieto.
Este curso de verano se ha convertido en una cita anual para quienes desean conocer y sentir el paisaje de Aranjuez, su riqueza arquitectónica y la belleza de su entorno natural desde una perspectiva lúdica y multidisciplinar.