Sello HR4RS
Alberto Gómez
El Cuerpo de Abogados del Estado se encarga de prestar asistencia jurídica al Estado y a sus Organismos autónomos, así como a los Órganos Constitucionales. Para ser uno de los seleccionados a esta profesión, los interesados deben conseguir una plaza pública a través de unas oposiciones, consideradas una de las más exigentes que existen en nuestro país.
Alberto Rodríguez Mora, egresado en el Doble Grado de Derecho y ADE por la URJC, ha obtenido la primera plaza en la última convocatoria de exámenes. El momento en el que conoces que eres Abogado del Estado es un momento indescriptible. Alberto afirma que “la alegría es tan grande que las emociones se mezclan. Sientes felicidad, pero a la vez rabia. Esa rabia contenida por el esfuerzo de la preparación . Es un momento de shock, porque empiezas a ser consciente de que tu vida acaba de cambiar para siempre, pero aún no lo asimilas. Y es también ilusión. La ilusión del que es consciente de que el esfuerzo ha tenido su recompensa.”
El antiguo alumno de la URJC asegura que para aprobar esta oposición es muy necesario creer que lo puedes hacer. Desde el primer momento que entró en la academia para opositar, no solo ha avanzado con todo el temario, también ha ejercitado esa parte psicológica que él considera esencial. Alberto Rodríguez piensa que la preparación a esto exámenes es absorbente, pero tanto la concentración como la dispersión deben de ir de la mano en este camino.
“Fue a mediados de la carrera cuando me empiezo a decantar por las oposiciones. Hice el Doble Grado de Derecho y ADE, y en mi caso, al principio tenía bastante claro que quería seguir por el camino de la banca. Sin embargo, en el tercer curso me voy de Erasmus y empiezo a rumiar la posibilidad de opositar”, cuenta Alberto. La situación de inestabilidad del empleo y el reto de aspirar a conocer sus límites, fueron los principales motivos que encontró el egresado de la URJC para presentarse a estas oposiciones. Por otro lado, explica que le “cautivó el atractivo de la oposición de Abogados del Estado por la versatilidad y amplitud de materias y conocimientos que presentaba, además de por el rol del abogado que siempre me llamó la atención”.
El esfuerzo y la presión a la que se ha visto sometido para obtener el Top1 de estas oposiciones ha alcanzado unos niveles desconocidos para lo que estaba acostumbrado en su vida académica. Comenta que ha pasado muchas horas solo trabajando, y que como todo el mundo ha tenido días buenos y malos. Una de sus herramientas para valorar su progreso ha sido introducir unos parámetros cuantificables y medibles, y no caer así en la desesperanza. El ex alumno de la Universidad, asegura que las horas de estudio son muchas pero que al final lo ha sentido como un trabajo, donde ha considerado el descanso y el deporte como ejes fundamentales.
“La etapa universitaria me ha servido, en primer lugar, para conocer grandes personas, amigos, que han sido un apoyo esencial. En segundo lugar, la capacidad de ilusionarte por el estudio, en este caso, en lo relativo al Derecho”, resalta Alberto. Además, se acuerda de todos los profesores que “a lo largo de la carrera han impartido sus asignaturas con ilusión y trabajo. Realmente, el alumno percibe la asignatura bien preparada y al profesor que se integra y trata de empatizar con sus alumnos. Hoy en día es difícil transmitir la pasión por algo, pero recuerdo con cariño determinadas asignaturas y profesores cuya entrega ha contribuido a vivir la etapa de la oposición con la misma intensidad y sacrificio”.
Para los alumnos que están matriculados actualmente en la Universidad Rey Juan Carlos, Alberto Rodríguez tiene algunos consejos. “Que indaguen sobre sus virtudes y sus dones para aprovecharlos al máximo, que vivan con libertad la elección de futuro y que sean agradecidos con aquellos que los preparan para el futuro”, afirma el egresado. “Pero, sobre todo, que disfruten de esta etapa, que verdaderamente es única y maravillosa. Que sean inconformistas, empezando consigo mismos, y siempre aspiren al más y más”, añade Alberto Rodríguez.