Irene Vega
En este trabajo se ha generado un listado con más de 900 especies de plantas silvestres emparentadas con 203 cultivos de interés para el país y también para el resto del mundo que podrían ser utilizadas como fuente de genes para la obtención de nuevas variedades adaptadas al cambio climático. Además, los investigadores las han clasificado en cuatro categorías de uso: Alimentación, Pastos y Forraje, Ornamental e Industrial y Otros usos. Los parientes silvestres de cultivos son plantas estrechamente emparentadas con las plantas cultivadas que pueden proporcionar genes de interés mediante técnicas tradicionales de mejora vegetal. “Estas especies han sido priorizadas en función de su facilidad de cruzamiento con los cultivos, su grado de amenaza o su distribución exclusivamente en España”, explica María Luisa Rubio Teso, investigadora del área de Biodiversidad y Conservación de la URJC y autora principal del estudio.
En total, han priorizado 578 especies, de las cuales el 70% pueden ser utilizadas directamente en la mejora de cultivos por su facilidad de cruzamiento con formas domesticadas. Además, el 35% de las especies únicamente se pueden encontrar en España –son endémicas– y alrededor del 25% se encuentran amenazadas. “Estas características imponen la necesidad de promover planes para su conservación en la naturaleza y en bancos de germoplasma”, destaca la investigadora de la URJC. En este sentido, la publicación de la lista priorizada de parientes silvestres de los cultivos supone un importante avance en la implementación de la Estrategia Española de Conservación Vegetal 2014-2020, así como al actual Plan de Actuación del Programa Nacional de Conservación y Utilización Sostenible de los Recursos Fitogenéticos para la Agricultura y la Alimentación (Real Decreto 199/2017, de 3 de marzo). “Esta categorización de las especies sirve como base para adoptar medidas que contribuyan a la conservación de este importante reservorio de genes”, subraya María Luisa Rubio Teso.
En esta investigación, también han colaborado el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria y la Universidad Nacional de Colombia. El trabajo ha sido realizado en el marco del proyecto de investigación PGR Secure, financiado por la Unión Europea, y en el que han participado diez instituciones de toda Europa y cerca de 50 investigadores.
Valor biológico de los parientes silvestres de cultivos
Los cultivos agrícolas son altamente vulnerables al cambio climático debido a la escasa diversidad genética que contienen, lo cual supone un grave riesgo para la seguridad alimentaria. Las plantas silvestres relacionadas evolutivamente con las especies cultivadas se conocen como parientes silvestres de cultivos y son especies que comparten con ellas un importante fondo genético, lo que facilita los cruzamientos entre los dos grupos. La importancia de este hecho radica en que las especies silvestres pueden ser portadoras de características “muy valiosas como son la tolerancia a temperaturas extremas y sequías o resistencia a plagas y enfermedades”, según resalta la investigadora de la URJC. “Esto es debido a que la evolución de sus poblaciones en condiciones naturales hace posible la adquisición de adaptaciones que son clave en el contexto del cambio climático”.
Además, según datos recientes, aproximadamente 7.000 especies componen la flora vascular española y más del 90% podrían ser consideradas un pariente silvestre de cultivo (unas 6.500 especies). “Si se compara con nuestros vecinos europeos, España es un país con una altísima riqueza de recursos fitogenéticos silvestres, es decir, plantas con uso directo o potencial en la agricultura y/o alimentación”, añade María Luisa Rubio Teso.