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Viernes 14 de Noviembre de 2025 a las 10:56

Colaboración ciudadana para ‘mapear’ a la araña más grande en España

La Macrothele calpeiana es una especie protegida e inofensiva y también la de mayor tamaño del continente europeo. Sin embargo, en muchas ocasiones es eliminada y requiere de censos periódicos complejos.

Redacción/ Irene Vega

La falta de recursos y su difícil localización hacen complicado conocer el número de ejemplares de esta especie de arácnido. Para actualizar su distribución, Fernando Cortés-Fossati, investigador del área de Biodiversidad y Conservación y del Instituto de Investigación en Cambio Global de la Universidad Rey Juan Carlos (IICG-URJC), ha contado con la colaboración ciudadana y ha recopilado información tanto en el terreno como de todas las fuentes bibliográficas disponibles. Los resultados de esta investigación han sido publicados recientemente en la revista internacional Zoological Studies.

La araña negra de los alcornocales o araña toro, Macrothele calpeiana, endémica del sur de la península ibérica, está protegida a nivel europeo y es considerada la especie de mayor tamaño del continente (hasta 8 cm con las patas abiertas). A pesar de ser inofensiva y tener una naturaleza altamente elusiva, en muchas ocasiones sigue siendo eliminada debido a su gran tamaño, ya que es común que habite cerca del ser humano en zonas rurales, donde pueden ocurrir encuentros fortuitos.

El objetivo principal de este estudio ha sido analizar si se pueden aplicar técnicas innovadoras que permitan generar datos de calidad de forma rápida para especies fácilmente reconocibles por el público general y relevantes para la conservación, utilizando a esta araña como modelo. Para ello, el investigador de la URJC, especializado en artrópodos y ecología de animales venenosos, evaluó si la colaboración ciudadana podría complementar los métodos tradicionales para mejorar el seguimiento de la especie. A raíz de los resultados obtenidos, Cortés-Fossati considera que esta metodología “permitiría, en el contexto del cambio global en el que nos encontramos, realizar monitoreos frecuentes y continuados sin inversiones de costo y tiempo elevados”.

La foto-identificación, principal herramienta para el muestreo

Para llevar a cabo el estudio, se recopilaron registros georreferenciados históricamente, desde 1849 hasta 2022, y que provenían de tres fuentes: publicaciones, muestreos y reportes ciudadanos que incluían fotografías que permitieran observar los rasgos distintivos de la especie, además de la fecha y la localización del registro. Incluir encuentros casuales bien documentados en el seguimiento de una especie difícil de detectar amplió los registros y mejoró la cobertura de su distribución, lo que permitió identificar poblaciones desconocidas hasta el momento.

Los datos fueron compartidos por decenas de ciudadanos, naturalistas y fotógrafos. También se contó con la participación de dos plataformas de registros de observación de la biodiversidad: Observation.org y Biodiversidad Virtual. Los registros obtenidos mediante foto-identificación tomados por ciudadanos, una vez que fueron analizados y verificados, resultaron ser la fuente principal de datos para el monitoreo de Macrothele calpeiana. “La precisión en la identificación de la especie alcanzó un 89,64% y esta información complementó de manera significativa los métodos tradicionales de investigación”, señala el investigador.

Actualmente, la araña está registrada en 156 cuadrículas UTM, que son áreas de 10x10 km usadas para mapear especies en España. Este dato representa menos del 3% del territorio peninsular. Además, dado que esta especie comenzó a ser exportada accidentalmente con el transporte internacional de plantas ornamentales, el estudio también recopiló registros fuera de su zona nativa. Estos muestran un aumento de reportes en países europeos, lo que podría representar un problema tanto para su conservación como para los países a los que llega. Según Cortés-Fossati “los resultados obtenidos son cruciales porque permiten actualizar fácilmente la distribución de Macrothele calpeiana con el objetivo de garantizar su conservación y seguimiento”.

El estudio también se ha empleado como herramienta educativa para involucrar a los ciudadanos en la conservación de las arañas, desmitificar su percepción como animales peligrosos (el 99% son totalmente inofensivas para los seres humanos) y alertar a la población sobre el origen infundado de esta aversión cultural. “Cientos de especies de arañas puedan estar en graves problemas de conservación sin que se les preste la debida atención, lo que podría repercutir negativamente en nuestra calidad de vida y en el medio ambiente, pues son esenciales para los ecosistemas y para nuestra supervivencia”, concluye el investigador.