Sello HR4RS
Irene Vega
Científicos de la URJC, en colaboración con la Academia Joven de España, elaboran diariamente un informe sobre los valores de suficiencia sanitaria que registran todas las comunidades autónomas. Este análisis llega al Ministerio de Ciencia e Innovación, encargado en último paso de remitir las conclusiones al Ministerio de Sanidad y al Instituto de Salud Carlos III.
Para la realización de los informes sobre la evolución de la COVID-19, los expertos utilizan los llamados Indicadores de Suficiencia Sanitaria (ISS), que miden la capacidad de los recursos sanitarios para dar respuesta a las necesidades derivadas de la pandemia. En concreto, se emplean dos indicadores: uno acumulado (ISSa) y otro diario (ISSd). Para calcular los valores de estos indicadores se combinan los datos de altas, fallecimientos y personas diagnosticadas.
La Comunidad de Madrid es una de las regiones más afectadas por la crisis de la COVID-19 provocando, por tanto, que el inicio de la desescalada no sea sencillo de determinar. Su ISSa actual se sitúa en torno al 80%, un valor por debajo de otras regiones como Murcia, el País Vasco o la Comunidad Valenciana, que alcanzan valores más altos de suficiencia sanitaria y que ya han iniciado el paso a la fase 1 total o parcialmente. Por su parte, Cataluña y Castilla y León, con indicadores en cuanto a número de casos activos similares a la Comunidad de Madrid, han optado por esperar unos días más para solicitar el cambio de fase. “El número de casos activos en la Comunidad de Madrid es de magnitud similar al de comunidades como Cataluña con una estrategia más conservadora en cuanto a la desescalada”, apunta Javier Martínez Moguerza, catedrático de Estadística de la URJC y miembro del grupo DSLAB.
Además, si se toma como referencia a otros países, se observa que comenzaron a relajar sus medidas de contención con valores del indicador más altos: Alemania en torno al 85%, Corea del Sur al 90% o China al 93%.
Las primeras predicciones para el inicio de la desescalada en la Comunidad de Madrid apuntaban a que se alcanzaría un nivel adecuado de suficiencia sanitaria a finales de abril. Sin embargo, el indicador ha permitido a los expertos detectar que evolución de la pandemia en la región ha sido más lenta de lo esperado. “Para determinar los motivos concretos de esa evolución sería necesario analizar en profundidad los datos derivados de variables como, por ejemplo, la movilidad o la duración de las convalecencias en cada periodo”, señala el catedrático de la URJC.
Para establecer estas predicciones, los científicos emplean de manera combinada el indicador ISSd, que toma valores positivos diariamente, siendo clave que sea superior a 1 para garantizar la suficiencia del sistema sanitario y evitar sus posibles saturaciones. Por tanto, para asegurar la estabilidad del sistema sanitario es necesario que se combinen ambos valores, la tendencia creciente del ISSa y que el ISSd se mantenga por encima de 1. La cifra en la Comunidad de Madrid supera este valor y empieza a mostrar que la evolución de los casos activos vuelve a la senda decreciente.