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Lunes 09 de Abril de 2018 a las 12:51

Nuevas tecnologías aplicadas al autismo

Investigadores de la URJC han evaluado tres herramientas adaptadas a las necesidades de personas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA). Las primeras pruebas se han realizado en el centro educativo Alenta, colaborador “Blue Thinking”, un proyecto financiado por la Fundación Orange. 

Carlos Cano/Irene Vega

Los primeros test se han realizado en el Colegio de Educación Especial Alenta y han analizado distintas herramientas educativas para aprender a programar: Cubetto, Osmo y ScratchJr. En total han participado 19 personas con TEA y todos han tenido que utilizar las tres tecnologías. “Para controlar el impacto que puede ejercer el aprender a utilizar una herramienta sobre la siguiente y obtener la máxima información posible hemos dividido a los participantes en tres grupos para que cada uno de ellos comience las pruebas con una herramienta diferente”, explica Estefanía Martín, experta en tecnologías educativas y accesibilidad y directora del estudio. “Los datos que se esperan obtener en esta experiencia nos permitirán determinar aquellos aspectos más relevantes a la hora de implementar una aplicación de programación adaptada a las necesidades de accesibilidad cognitiva de las personas con TEA”, añade.

Los resultados preliminares de las pruebas muestran que Cubetto es una herramienta potencialmente interesante para aprender a programar por las posibilidades de manipulación que ofrece, los colores vistosos y lo cuidado de la estética. Sin embargo, tal y como señala la investigadora de la URJC: “Este robot requiere de ciertas adaptaciones para emplearla con alumnos con TEA. No obstante, hemos comprobado que los alumnos pueden experimentar ciertas complicaciones que dificultan un uso autónomo en bastantes casos”. Algunas de las dificultades que se han encontrado es la asociación de colores de los bloques de acción a los mapas de Cubetto o la necesidad de incluir pegatinas de colores en la parte superior del robot - para reflejar mejor las posibilidades de los movimientos del robot como apoyos visuales.

En relación a los ensayos realizados con Osmo Coding, desde la primera sesión, esta herramienta atrajo la atención de los estudiantes y rápidamente aprendieron a colocar las piezas y a mover a Awbie, el personaje principal de Osmo Coding, para completar los objetivos de cada nivel. Uno de los apartados más positivos de Osmo Coding es su sistema de ayudas visuales que facilita la comprensión al mostrar apoyos de distinto tipo para guiar la realización de las tareas. Como aspectos negativos de la aplicación se encuentran los niveles repetitivos y la escasa dificultad para realizar las tareas, lo que hace que el alumnado pierda interés por esta herramienta.

Diseño de una nueva ‘app’ inclusiva para aprender a programar

Los investigadores están trabajando en la personalización de la herramienta ScratchJr para que puedan utilizarla usuarios con TEA. Con las adaptaciones necesarias “podría ser muy útil para enseñar programación, la ventaja más importante con respecto a las otras dos herramientas evaluadas (Cubetto y Osmo Coding)”, según subraya Estefanía Martín.

ScratchJr es una aplicación que se distribuye como software abierto, lo cual permite modificar el código fuente para adaptarlo a las necesidades del proyecto. Además, esta herramienta permite a los profesores crear múltiples tipos de actividades frente a la menor versatilidad de Osmo, que únicamente puede desarrollarse a través de una aplicación cerrada. Por su parte, Cubetto ofrece la posibilidad de definir actividades propias, aunque la variedad está más limitada al tratarse de un robot físico.

La principal ventaja de ScratchJr es que fomenta la creatividad de los alumnos dado que ellos mismos interactúan con las ’piezas’ para poder llegar a la solución de los problemas planteados. Las mejoras que se están desarrollando pasan por reducir la carga cognitiva de la interfaz de usuario donde hay numerosos distractores. “Actualmente esta aplicación no permite añadir nuevos personajes y escenarios adaptándolo a los intereses del niño y presenta dificultades en algunas funciones para usuarios con una motricidad poco fina. Además, se está trabajando en una versión que pueda tener distintos niveles de dificultad y apoyos necesarios de tal forma que se personalice en función de las necesidades y nivel del niño”, concluye la investigadora de la URJC.