Sello HR4RS
Redacción / Irene Vega
El término “vulnerabilidad” a menudo se confunde con la susceptibilidad que tiene una región a los deslizamientos de tierra. Actualmente no existe una metodología estándar para estudiar esta vulnerabilidad y se suelen emplear métodos heurísticos y subjetivos, rara vez basados en la comprensión de los procesos físicos que controlan estos deslizamientos.
Además, la frecuencia y gravedad de los acontecimientos en todo el mundo están aumentando debido al cambio climático y al factor humano y, como consecuencia de ello, las pérdidas y los daños a personas y materiales también van en aumento. Por lo tanto, la necesidad de identificar y predecir con mayor exactitud estos deslizamientos de tierra supone un reto para la comunidad científica actual.
El trabajo desarrollado por un equipo científico de la URJC y la UAH propone una solución a este desafío: una nueva metodología basada en el Sistema de Información Geográfica (SIG), la teledetección y la lógica difusa. “La metodología se centra en mejorar los mapas de vulnerabilidad a deslizamientos usando un enfoque basado en lógica difusa automatizada, comparándolo con métodos heurísticos tradicionales. La lógica difusa es útil en sistemas de control, toma de decisiones y sistemas expertos, donde las entradas y salidas no son precisas o binarias, permitiendo un manejo más flexible y adaptativo de situaciones complejas o vagamente definidas. Este enfoque permite una clasificación más objetiva y detallada de las áreas en riesgo, considerando variables ecológicas y socioeconómicas”, explica Adrián García Bruzón, miembro del grupo de investigación en tecnología para el análisis y diagnosis del paisaje de la URJC y coautor del artículo científico publicado en la revista Geotechnical and Geological Engineering.
Los resultados de este estudio muestran diferencias significativas en la distribución de categorías de vulnerabilidad entre los dos métodos, con la lógica difusa proporcionando una distribución más equilibrada y realista. “Esto sugiere que la lógica difusa puede capturar mejor la complejidad y variabilidad de los factores que influyen en la vulnerabilidad a deslizamientos, convirtiendo a este método en un sistema cuantitativo, automático, escalable y repetible, que permita generar cartografía multitemporal y multiespacial sobre la vulnerabilidad a deslizamientos”, añade el investigador de la URJC.
Este trabajo se ha llevado a cabo en el estado de Guerrero (México), pero la metodología propuesta tiene el potencial de ser aplicada en otras regiones y para otros tipos de riesgos naturales, contribuyendo significativamente a la gestión de desastres y la planificación del uso del suelo. “Al permitir una identificación más precisa de áreas de alta vulnerabilidad a deslizamientos, este enfoque facilita la canalización de recursos y esfuerzos de mitigación hacia las comunidades más necesitadas”, apunta Bruzón.
En este sentido, la adopción de estas tecnologías en la planificación urbana y rural podría transformar la manera en que las sociedades vulnerables se preparan y responden a desastres naturales, contribuyendo a un desarrollo más sostenible y resiliente.