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Martes 04 de Mayo de 2021 a las 06:30

Los madrileños evitan el dentista por miedo a contagiarse de COVID-19

Según una investigación de la URJC, el miedo a infectarse ha influido en el cuidado de la salud bucodental de los adultos madrileños desde el inicio del estado de alarma hasta el final de la desescalada.

Abel Verard Méndez/ Irene Vega

El impacto de la pandemia sanitaria del COVID-19 ha afectado también a los pacientes dentales. Así lo recoge un estudio realizado por el equipo de investigación del profesor Martín Romero, catedrático de Ortodoncia y director del Máster de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial de la URJC, que ha detectado un descuido de la salud bucodental de los madrileños debido al miedo a contagiarse. Los 961 pacientes participantes en esta investigación fueron monitorizados mediante un cuestionario, que recogía dos etapas: antes de decretarse el estado de alarma, realizándose el confinamiento domiciliario con restricciones de movilidad y cierre de toda la actividad no esencial; y cuando se realizó “una vuelta a la normalidad” mediante un proceso de desescalada. El cuestionario incluía variables sociodemográficas básicas, la escala de vulnerabilidad percibida a la enfermedad (incluida la inafectabilidad percibida y la aversión a los gérmenes), la escala de miedo al COVID-19 y el comportamiento sobre la asistencia a las clínicas dentales después del confinamiento.

Los resultados de esta investigación, publicada en la revista científica International Dental Journal, revelan que los participantes registraron puntuaciones más elevadas de miedo a infectarse por COVID-19 y aversión a los gérmenes en la vuelta a la normalidad y que el 24,5% de los encuestados no acudiría al dentista por miedo al COVID-19. “Los altos niveles de vulnerabilidad a la infectabilidad y aversión a los gérmenes asociados con el miedo al COVID-19, junto a la evitación de asistir al dentista se mantendrá hasta que se encuentre un fármaco o vacuna eficaz”, apunta María José González Olmo, investigadora de la URJC y coautora del estudio. “Se encontró, además, que los pacientes con un alto miedo al COVID-19 tenían al menos 6 veces más probabilidades de no visitar al dentista, y especialmente los mayores de 60 años”, añade.

A pesar de que la evidencia científica precisamente refuerza la necesidad de cuidar la salud oral de la mano de la odontología, estos datos ponen de manifiesto que la gente no lo ve tan claro. Sin embargo, las clínicas dentales han demostrado ser más bien todo lo contrario a un foco de contagio, tratándose de la rama sanitaria a la que menos contagios se le achacan. Desde ya hace tiempo, los dentistas cuentan con unos protocolos de seguridad e higiene que minimizan la posibilidad de contagio para que el riesgo sea prácticamente nulo, estando las medidas de asepsia y protección normalizadas en la mayor parte de las clínicas, puesto que ya formaban parte de sus protocolos de tratamiento.

Relación de enfermedades bucales con otros factores de carácter social y psicológico

El equipo de investigación de la URJC lleva tiempo investigando la dimensión psicológica de la Odontología. En este sentido, algunos datos obtenidos en los primeros meses de la pandemia analizaban el carácter social y psicológico de esta rama, que ya trataban de coordinar los aspectos técnicos de los pacientes que acuden a la clínica con otras vertientes psicosociales. En el contexto actual, y a la luz de los resultados del último estudio, adquiere aún mayor relevancia la adherencia del paciente como sujeto activo del tratamiento más allá del procedimiento técnico únicamente.