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Jueves 30 de Enero de 2020 a las 06:45

Reconstruyen el ‘árbol de la vida’ de las especies cultivadas

Los resultados de este trabajo permitirán a la comunidad científica investigar con profundidad los orígenes geográficos o filogenéticos de los cultivos y conocer su importancia y productividad agrícola. Además, se ha elaborado una base de datos de todas las especies que incluye sus usos y procedencia histórica.

Irene Vega

De muchas de las especies más importantes, como el trigo, el maíz, la mandioca o la soja, se conoce en qué lugares se originaron, cuáles fueron sus antepasados silvestres o cómo son sus relaciones de parentesco con el resto de plantas. Estos datos se saben gracias a la investigación arqueológica, genómica y biogeográfica, que ha proporcionado multitud de información sobre los cultivos que se utilizan para sostener el sistema alimentario mundial. Sin embargo, en especies menos destacadas, como podrían ser las almortas o muchos árboles frutícolas de origen tropical, esta información es más escasa e incompleta.

Para ampliar y ordenar los conocimientos que hasta ahora se tenían, se ha elaborado una base de datos que recoge los orígenes geográficos, históricos y filogenéticos (relaciones de parentesco evolutivo entre distintas especies) de todas las plantas que cultivamos para uso alimentario. “La consolidación de esta base de datos ha conllevado más de cinco años de trabajo de compilación de la literatura primaria. Hemos revisado toda la información existente con registros sobre la antigüedad de cada especie cultivada, sus usos y la identidad de sus progenitores silvestres”, explica Rubén Milla, investigador del área de Ecología de la URJC y autor del trabajo. En este catálogo biológico también se han incluido las ocurrencias geográficas de estos progenitores y se han cruzado datos eco-geográficos para identificar de que lugares y tipos de ambientes es originaria cada especie cultivada en el medio silvestre.

Los resultados obtenidos, publicados en la revista científica Global Ecology and Biogeography, se han materializado en dos recursos: una base de datos (Crop Origins) y un árbol filogenético (Phylo Food). “Crop Origins es una base de datos sobre los orígenes de las especies cultivadas que supone un salto cualitativo frente a compilaciones parciales precedentes, ya que contiene todas las especies con un uso agrícola demostrable e incluye información cuantitativa sobre sus orígenes geográficos”, destaca el investigador de la URJC.

El ‘árbol de la vida’ de los cultivos

Para elaborar el Phylo Food, el segundo resultado de este trabajo, se han utilizado herramientas de reconstrucción filogenética para conseguir encuadrar todas las especies cultivadas en el ‘árbol de la vida’. Por tanto, este recurso muestra las relaciones de parentesco de las especies cultivadas.

Los dos recursos, fruto de este trabajo, están a disposición de la comunidad científica y tienen un gran potencial de uso. Ambos son de libre acceso y serán actualizados a medida que la literatura proporcione nuevos datos. Según apunta Rubén Milla, “por ejemplo, se podrá investigar con solidez si los orígenes geográficos o filogenéticos de las plantas cultivadas son determinantes para conocer su importancia y productividad agrícola o el tipo de uso que reciben. Hasta la fecha, las aproximaciones a este tipo de cuestiones han sido de carácter cualitativo, generando conocimiento menos sólido. Asimismo, el hecho de que Crop Origins y Phylo Food vayan a ser actualizados de manera regular conllevará que su uso será prolongado en el tiempo”.