Raúl García Hémonnet
Pablo Ozcáriz es especialista en analizar grafitos, inscripciones realizadas normalmente en cerámica que también se pueden encontrar en paredes de edificios de diferentes etapas de la historia.
Los responsables de las excavaciones del foro romano hallado en el yacimiento de Santa Criz acudieron al profesor de la URJC para que descifrase las inscripciones encontradas en algunas paredes de los edificios del foro. Ahora, esos trabajos, se van a presentar en un libro de próxima publicación, editado por la Universidad de Bolonia.
Según Ozcáriz, los grafitos “nos cuentan cosas que otras fuentes, como las literarias o las epigráficas, no nos cuentan. Son expresiones más espontáneas”.
Los grafitos encontrados en Santa Criz y analizados por el profesor de la URJC nos muestran “una serie de dibujos de animales y varios personajes tocando una tuba”, señala Ozcáriz, que añade que “la tuba jugaba un papel importantísimo, y se solía utilizar en el ejército y en grandes aglomeraciones, como espectáculos, por su potente sonido”. Se presume que dichas escenas pueden significar escenas de caza.
Otro de los hallazgos relevantes ha sido comprobar como “el 40% de los grafitos eran inscripciones y el 60% dibujos”. Esto, señala Ozcáriz, “nos da un número amplio de población con una cierta alfabetización”.
Las excavaciones están sacando a la luz que la localidad romana cercana a Santa Criz de Eslava era una ciudad con construcciones de lujo, habitada por una población con una inquietud por expresarse, la misma que en otras partes de Hispania y del Imperio Romano.
Ozcáriz destaca que estos grafitos son “poco habituales porque la pintura no suele permanecer”, y añade que “todos estos restos han permanecido en el tiempo porque el ‘escombro’ se usó como relleno para una construcción posterior”. Se han obtenido más de 10.000 fragmentos. Para el profesor Ozcáriz supone “un paso muy importante poder trabajar con un material tan excepcional”.
Descifrando la Navarra Romana
Pablo Ozcáriz prosigue sus investigaciones, recientemente ha estudiado “grafitos sobre cerámica romana, donde se encuentran más de 175 nuevas inscripciones halladas en la antigua ciudad romana de Cara (Siglo I a.C a IV d.C y cercana a Santacara, Navarra)”. En ellas, explica el profesor “se pueden encontrar desde nombres a avisos a insultos o advertencias dirigidas al posible ladrón del objeto”. Claves que ayudarán a saber más de la sociedad de la navarra romana, y, por tanto, de la presencia de Roma en la Península Ibérica.