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Merecido homenaje a José Ramón Monrobel Alcántara

Publicado por Redacción FCJS

Después de quince meses por fin pudo celebrarse el homenaje que José Ramón Monrobel se merecía. La pandemia y otros contratiempos alargaron la posibilidad de realizar este acontecimiento que con todo cariño organizó la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. 

El jueves 1 de julio a las siete de la tarde se reunieron un numeroso grupo de amigos con un único objetivo, hacer que esa tarde fuera un homenaje a un gran profesor, compañero y gestor de la Facultad, y que su familia le pudiera recordar, como todos los días, pero en esta ocasión algo más arropados. 

 

Desde el trágico día 3 de mayo de 2020 cuando se comunicó el fallecimiento de José Ramón la FCJS tenía el deseo, y casi la obligación, de rendir homenaje a alguien que habían dedicado gran parte de su vida a esta casa. Cuando la idea empezó a tomar forma todos los que se enteraban mostraban su interés en poder participar, en formar parte de esta dedicatoria. Desafortunadamente no todos pudieron estar físicamente, por distintos motivos, pero si lo estuvieron con el corazón, y eso se notaba en el ambiente. 

 

El acto fue algo muy sencillo pero también muy emotivo. Tuvimos la gran suerte de contar con una maestra de ceremonia que era gran amiga de José Ramón y que por lo tanto puso todo el cariño en la presentación del acto, fue la profesora Ana Medina, con quien José Ramón compartía su pasión por los números. 

 

A lo largo del homenaje intervinieron representantes de todos los sectores de la universidad. Comenzó un estudiante, Daniel Muñoz, quien recordó la faceta de profesor de José Ramón y como hacia que una asignatura tan poco apreciada por los estudiantes, como son las matemáticas, fuera una de las preferidas para muchos de sus compañeros. Más tardes subió al atril Juan José Lázaro, actualmente jefe de sección, que comenzó su trayectoria profesional en el Ramón Carande junto con José Ramón, a quien a pesar de no conocer inicialmente y no tener un buen comienzo terminó apreciando y surgiendo entre ellos una excelente relación.

 

No podían faltar a esta cita sus compañeros de departamento y por ello tuvimos la oportunidad de escuchar a Santiago Leguey y a Ángeles Cámara. El primero fue capaz de sacar muchas sonrisas del público con algunas de las anécdotas que compartieron juntos. Ángeles habló como compañera, como directora de tesis y sobre todo como amiga de Monrobel y así se sintió en sus palabras.

 

Pero no sólo la FCJS estuvo presente, como no podía ser de otra manera también estuvieron algunos de sus amigos de la Escuela de Informática. Enrique Cabello recordó su larga trayectoria junto a José Ramón que comenzó en Salamanca y terminó coincidiendo, después de un paréntesis, en la Universidad Rey Juan Carlos. El director de la Escuela, Abraham Duarte, tomó la palabra para recordar las horas que pasaban hablando de cualquier tema que fuera de interés para la universidad.

 

En la última parte pudimos escuchar las intervenciones de gestores universitarios para conocer esta última faceta de José Ramón, que era la que menos le gustaba pero a la que dedicó muchas horas y que le dio muchas satisfacciones pero también muchos sinsabores. El vicerrector Jesús Messía recordó al compañero, pero también al amigo, con quien compartía partidos de pádel y alguna cerveza, aunque era más el tiempo de las cervezas que del partido. Su sucesora en el cargo de máxima representación en la Facultad, la actual decana María Luisa Delgado, no quiso dejar pasar la oportunidad para hacer un agradecimiento público a José Ramón y recordar que el acto de esa tarde era para él, pero muy especialmente para su familia, a través de su mujer e hijos, Rosa, Paula y Gonzalo. Por último el rector de la Universidad, Javier Ramos, recordó los tiempos en los que coincidió con José Ramón en su primer equipo de gobierno cuando le nombró vicerrector de estudiantes. Además fue el encargado de dar paso a la segunda parte del acto para lo cual invitó a los asistentes a salir al paseo principal de los jardines del campus para descubrir una placa que dará nombre a esa avenida, y que como recordó la decana tantas veces recorrió Monrobel.

placa

Sin lugar a dudas, esta parte final fue la más emotiva pues fue Paula, su hija mayor y futura informática, quien quiso compartir unas cariñosas palabras sobre su padre, quien con todo seguridad la escuchó con gran orgullo allá donde esté.

 

Nosotros le seguiremos recordando cuando vayamos del departamental al edificio de gestión o a la cafetería de la residencia. #GraciasMonrobel.