La reseña (y recomendación) de hoy son palabras mayores. En lo personal, mi película favorita y la que más veces he visto en mi vida. En lo objetivo, el único film de animación japonesa que ha ganado el Óscar a mejor película de animación. Probablemente también la más conocida, por lo que es muy probable que ya la hayas visto. Si no es así, aquí van algunas razones por las que deberías hacerlo lo antes posible. No te arrepentirás, palabra.

El Viaje de Chihiro cuenta la historia de una niña que, tras adentrarse con sus padres en lo que parece una especie de parque recreativo abandonado, acaba sumergida en un mundo mágico habitado por todo tipo de seres divinos, ancestrales y mitológicos. En la historia participarán personajes de lo más entrañables, todo ello narrado mediante un apartado artístico sin parangón. Esta película pertenece a Studio Ghibli y fue dirigida por Hayao Miyazaki, una leyenda viva de la animación. En mi opinión se trata de su obra magna, la que mejor y de forma más completa representa el espíritu de lo que es el estudio de cine japonés más importante de la Historia. Por si todo esto fuera poco, la banda sonora resulta una auténtica delicia. 

Se trata de un total homenaje a la cultura del país nipón, con todo tipo de referencias y simbolismo que se ha convertido por méritos propios en el mayor exponente de la misma. Si quieres entender (o te genera un poco de curiosidad) la cultura japonesa, esta es tu película. Para mí, un must see al menos una vez en la vida.