El análisis de estos contaminantes emergentes ya se podía realizar en laboratorio, pero requería usar procedimientos lentos y costosos. En cambio, el equipo dirigido por la compañera Isabel Sierra, ha generado un sensor, económico, portátil y de gran sensibilidad. Además, el equipo es fácil de usar y de larga vida útil.
El interés de medir la concentración de estos elementos se debe a que son sustancias muy utilizadas por la población y que entran a los sistemas acuáticos desde los sistemas al uso de depuración al uso. Esta nueva herramienta, permitirá facilitar averiguar la extensión de este tipo de contaminación, que llega a afectar al abastecimiento de agua potable.
Los resultados del trabajo han sido publicados recientemente en la revista Sensors & Actuators B: Chemical. Se puede consultar el resumen aquí y una reseña más extensa y profunda elaborada por la unidad de cultura científica y de la innovación de la URJC en este otro enlace.