El pasado 15 de junio de 2024 el profesor José Luis Rodríguez (área de Historia Contemporánea de la Facultad de Artes y Humanidades) fue entrevistado en el programa radiofónico El pasado ya no es lo que era, de RTVE, presentado por David Zurdo. La entrevista completa puede escucharse a través de este enlace (“Nazis en España”).
El programa, que se ocupa de “la parte de la historia que no suele contarse” se centró en los hallazgos que el profesor Rodríguez expone en su nuevo libro Bajo el manto del Caudillo. Nazis, fascistas y colaboracionistas en la España franquista, del que informamos el pasado 2 de abril.
¿Por qué acogió España a nazis cuando Alemania estaba ya derrotada, más allá de la afinidad entre ambos regímenes? Según el profesor, “hay que afrontar varias cosas: la primera es que una parte estaba aquí, es decir que estaban en España porque desempeñaban funciones diversas, fundamentalmente temas de espionaje”. Por otra parte, “hay que pensar que España es el país del mundo donde hay más espías alemanes tanto del servicio militar como de las SD, el servicio del partido, también personal de la Gestapo y luego de ese personal que desempeñaba labores económicas en empresas, esas empresas que España había puesto en manos de los alemanes para favorecer la exportación de materias primas al Tercer Reich. Por lo tanto, una parte estaba ya aquí y otros llegaron a lo largo de 1944, antes de finalizar la guerra; unos son huidos del gobierno de Vichy tras los desembarcos aliados en Francia y otros procedentes de distintos países, incluidos líderes del Estado Independiente de Croacia, también colaboracionistas con el Tercer Reich. Luego podemos hablar de Luburic, el responsable del campo de exterminio de Jasenovak, que es un caso enigmático. Luburic se presentó en la frontera franco-española andando, disfrazado, con nombre falso y logró entrar.”
Vjekoslav Luburic fue posiblemente el más relevante de entre los mandos militares responsables de crímenes de guerra y de genocidios que no fue conducido ante un tribunal. Sobre él, el profesor ha explicado que “desconocemos el itinerario de Luburic y lo mismo el de otros. Luburic llegó en el otoño de 1944, con una documentación falsa, con nombre húngaro, se le permitió entrar en España, fue ingresado en un campo de concentración, todavía utilizados para presos republicanos y de las Brigadas Internacionales. Ahí estuvo con un nombre falso varios meses, hasta que alguien le ayudó a salir…, bueno, se habla de la ruta de los monasterios franciscanos en la zona del mediterráneo, para comenzar una nueva vida en localidades de la provincia de Valencia”.
Otro, como León Degrelle, también criminal de guerra nazi, se convirtió en un personaje popular en Málaga que, incluso en los años 80, en época democrática, tuvo una importante libertad de acción. Estas y otras historias pueden escucharse en la entrevista completa.