El objetivo general de su trabajo de fin de grado era conseguir que un robot móvil terrestre explorara automáticamente su entorno de manera eficiente y creara un mapa invirtiendo el menor tiempo posible. Además, el robot debía poder autolocalizarse en el mapa creado y navegar de forma autónoma de un punto A a un punto B, evitando obstáculos estáticos y dinámicos y sin la necesidad de un operador humano.
Aunque recogió el premio su padre, ya que él se encuentra en París realizando un Máster, Guillermo declaró que “Llegar hasta aquí ha sido un verdadero honor que no me esperaba cuando empecé el TFG. He de decir que no ha sido fácil; muchas horas de trabajo, esfuerzo y sacrificio. Al final, bajo mi punto de vista, la constancia es un factor fundamental para alcanzar el éxito."
Sobre el desarrollo de su proyecto recuerda que "Uno de los momentos de mayor satisfacción y también de mayor nerviosismo fue el pasar de trabajar de un entorno de simulación a un entorno real. Sin duda, la alegría al ver que todo funcionaba correctamente fue inmensa". También agradece todo el apoyo recibido: “Llegar hasta aquí ha sido posible gracias a mi director de proyecto, Diego Martín Martín. Es un honor como alumno el haber podido aprender tanto todos estos meses de trabajo gracias a él. Su compromiso desde el minuto uno ha sido inigualable”