Así, han estudiado la distribución de los organismos domesticados dentro del árbol filogenético de la vida y comparado sus rasgos biológicos con los que presentan las especies salvajes.
Los resultados indican que las plantas domésticas tienen orígenes evolutivos mucho más variados que nuestro ganado. En ambos casos, presentan características biológicas más constantes de lo que cabría esperar dada toda la variedad posible, pero son rasgos que no van más allá de los que presentan los organismos salvajes.
El trabajo ha sido recientemente publicado en la revista Nature Ecology and Evolution.