La URJC ha liderado un estudio que ha comparado la presencia de síntomas posteriores a la enfermedad por coronavirus entre pacientes hospitalizados y no hospitalizados en España dos años después de la infección. Los resultados obtenidos revelan que no existe una correlación entre la gravedad de la enfermedad, es decir, pacientes que necesitaron hospitalización y aquéllos que no, y el desarrollo de la COVID persistente.