Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos y de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria han cartografiado, evaluado y valorado económicamente, por primera vez, las reservas de carbono azul y el CO2 secuestrado por los sebadales de las Islas Canarias. Los resultados apuntan a que sus existencias están en descenso y que, si se sigue la tendencia actual, el coste en daños futuros se estima en 126 millones de euros.