El artículo titulado “We’re staying at home”. Association of self-perceptions of aging, personal and family resources and loneliness with psychological distress during the lock-down period of COVID-19 ha sido realizado por los profesores Andrés Losada-Baltar, Lucía Jiménez-Gonzálo, María del Sequeros Pedroso-Chaparro y Jose Fernandes-Pires, todos ellos docentes e investigadores del Departamento de Psicología de la FCS. Además, en la investigación han participado las profesoras, Laura Gallego-Alberto y María Márquez-González, ambas del Departamento de Psicología Biológica y de la Salud de la Universidad Autónoma de Madrid.
El manuscrito, al que puede acceder a texto completo pinchando aquí, investiga sobre cómo las autopercepciones negativas del envejecimiento, entre otras variables personales y relacionales, pueden estar asociadas con la soledad y la angustia causadas por esta crisis pandémica. Para ello, participaron 1310 personas de nacionalidad española (con un rango de edad entre 18 y 88 años) que estaban confinadas en su hogar. Además de las preguntas específicas sobre el riesgo de COVID-19, se midieron las autopercepciones del envejecimiento, los recursos familiares y personales, la soledad y la angustia psicológica.
Según los resultados del estudio, ser mujer, más joven, tener autopercepciones negativas sobre el envejecimiento, estar más tiempo expuesto a noticias sobre el COVID-19, tener más contacto con parientes diferentes a los que conviven, menos emociones positivas, autoeficacia menos percibida, menor calidad del sueño, mayor emoción expresada y mayor soledad, se asociaron con mayor angustia.
Por otro lado, ser mujer, más joven, tener autopercepciones negativas sobre el envejecimiento, más tiempo expuesto a las noticias sobre COVID-19, menor contacto con familiares, mayor autopercepción de responsabilidad o cargas, menos emociones positivas, menos recursos para entretenerse, menor calidad del sueño y una mayor emoción expresada, se asociaron con una mayor soledad.