A principios del mes de marzo los hospitales comenzaron a aplicar las medidas preventivas y a partir de mediados de marzo, se suspendieron las actividades específicas con el objetivo de dedicar todos los esfuerzos a la lucha contra el Coronavirus.
Todos los profesionales de los hospitales han dejado de lado sus especialidades y quehaceres habituales para combatir este virus que tanto daño está provocando. Los médicos no realizan sus actividades específicas, sino que se agrupan en equipos médicos para atender a los pacientes con COVID-19 en urgencias y en las plantas del hospital. El personal de enfermería, con una gran presión emocional, trabaja los siete días de la semana y se organiza en turnos de mucha intensidad laboral para atender en todos los frentes posibles a los pacientes ingresados. Fisioterapeutas y Terapeutas Ocupacionales dejan de lado su ocupación habitual y colaboran en la clasificación y triaje de los pacientes, en tareas de apoyo para la transformación de unidades de hospitalización o en el diseño de programas de actividad física y de educación sanitaria para pacientes dados de alta. Por otro lado, los profesionales sanitarios están realizando seguimiento telefónico, así como atención psicológica, de los familiares de los pacientes ingresados, una actividad de extrema delicadeza, dada la incertidumbre que conlleva esta enfermedad. Asimismo, desempeñan de manera minuciosa un seguimiento de los pacientes dados de alta y mantienen algunas consultas a través de medios telemáticos. Auxiliares de enfermería, celadores, personal de limpieza, gobernantas, personal de cocina, seguridad, servicio técnico y de informática, todos están unidos con el propósito de mantener el correcto funcionamiento de los hospitales e incluso para medicalizar hoteles cercanos. Todos están implicados en la lucha contra el virus, sin importarles el riesgo que existe para su salud y ante una situación, que cada día cambia, y que les hace reinventarse o tener que expandirse por distintos espacios de los hospitales.
Por todo ello, debemos agradecer y reconocer su labor, expresar el orgullo que sentimos por su trabajo y decirles, ánimo, sois los mejores y confiamos en vosotros. Gracias a todos los profesores titulares de universidad vinculados y asociados de la Facultad y a todos los tutores de prácticas, que en primera o en segunda línea, estáis trabajando sin desfallecer. Gracias a todos los profesionales sanitarios o no sanitarios de nuestros hospitales universitarios, que independientemente de vuestra función, estáis luchando para que la atención sanitaria funcione.
Más que aplausos, os merecéis sonrisas, abrazos y besos, os merecéis que la vida os dé las gracias. No os preocupéis, así será, porque lo diremos en todas nuestras clases, porque recordaremos a nuestros futuros estudiantes, que también serán los vuestros, que sois héroes y que fuisteis nuestra luz.