El pasado 23 de junio, la Facultad de Ciencias de la Economía y de la Empresa celebró un acto homenaje en memoria de la profesora Charo Pacheco Olivares, quien nos dejó recientemente y cuya trayectoria profesional y humana ha dejado una huella profunda en toda la comunidad universitaria.
El acto, que tuvo lugar en el salón de Grados del Edificio Departamental reunió a compañeras, compañeros, amistades, estudiantes y familiares de Charo, en un espacio de reconocimiento, afecto y recuerdo. Desde la Facultad, se quiso rendir tributo no solo a su valiosa labor como docente e investigadora, sino también a la persona generosa, sabia y profundamente humana que fue.
La ceremonia fue abierta con unas palabras de bienvenida a cargo de Mónica Santos Cebrián, compañera y gran amiga, destacando la figura de Charo como referente académico y humano, y se dirigieron especialmente a su familia reconociendo el vínculo tan fuerte y admirable que comparten, y que explica en gran parte la luz que Charo irradiaba en su vida profesional y personal.
Intervinieron en el acto el Decano de la Facultad, D. Miguel Cuerdo Mir, quien subrayó el compromiso de Charo con la docencia y con la gestión universitaria, destacando su rigor, su dedicación y su vocación de servicio. A continuación, tomó la palabra Beatriz Torvisco, responsable del área funcional de Contabilidad, quien compartió recuerdos de años de trabajo y amistad con Charo, y habló también en nombre de Piedad Tolmos, directora del Departamento, y de Manuel Flores Caballero, catedrático jubilado y antiguo director, ambos profundamente vinculados a la trayectoria de Charo.
La Catedrática Carmen de Pablos compañera de investigación y responsable del grupo Oppeninnova, ofreció una intervención especialmente emotiva, en la que recordó no solo los proyectos compartidos, sino también la amistad que fue creciendo entre ambas, especialmente en los últimos tiempos, marcados por conversaciones profundas, apoyo mutuo y una conexión sincera.
El acto concluyó con las palabras de Rocío Flores Jimeno, compañera y amiga inseparable de Charo, quien compartió vivencias personales llenas de ternura y verdad, que reflejaron la esencia de una amistad auténtica y duradera.
Como cierre simbólico del homenaje, se plantó un arce plateado en los jardines de la Facultad, un árbol que representa la vida, la memoria y el arraigo. Frente a él, se colocó una placa con el nombre de Charo en un banco que permanecerá allí como lugar de recuerdo y de encuentro. Un gesto sencillo pero lleno de significado, que permitirá a quienes la conocieron seguir sintiéndola cerca.
Desde la Facultad, queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a todas las personas que participaron en el homenaje, y muy especialmente a la familia de Charo, por permitirnos compartir este momento de recuerdo y celebración de una vida que nos ha enriquecido a todos.