Ambos profesores forman parte del Proyecto de Investigación ANTTEST (“Estudio de antiguas colecciones de materiales del Monte Testaccio (Roma)”), financiado por la convocatoria IMPULSO de la URJC para proyectos I+D de nuestra universidad.
El propósito de esta estancia de investigación ha sido documentar antiguas colecciones de restos arqueológicos anfóricos pertenecientes a diversas colecciones de la ciudad. Para ello, nuestros profesores, junto con otros miembros del proyecto, el profesor Antonio Aguilera (Universidad de Barcelona) y el prof. José Remesal Rodríguez (catedrático emérito de la Universidad de Barcelona y Académico de la Real Academia de la Historia), han trabajado durante ese período en colaboración con la Soprintendenza Archeologica di Roma, el organismo competente de la protección y catalogación de los bienes arqueológicos de la ciudad. 
Los restos documentados son principalmente epígrafes que aparecen sobre las ánforas globulares de la tipología Dressel 20, que pesaban 100 kilogramos cuando estaban llenas y que eran producidas en la provincia de la Bética romana. Estas ánforas, de las mejor conocidas, transportaban el aceite de oliva hispano hasta la capital del Imperio.
Durante su análisis, el equipo ha podido identificar diversos tipos de inscripciones, entre las que se observan sellos, tituli picti (“rótulos” pintados en las ánforas) y grafitos. Como explican los profesores Ozcáriz y Bermúdez: “Los primeros están asociados a la producción del ánfora, mientras que los segundos nos aportan información valiosísima sobre los comerciantes encargados del transporte del aceite de oliva. Además, en estos tituli picti en ocasiones se conservan también las dataciones consulares, que vinculan a una cronología el objeto y el contexto en el que se han encontrado (también a otros epígrafes). Por último, tenemos los grafitos, que dan información sobre todo sobre la logística de la producción y de la distribución.” 
El equipo, que lleva trabajando en este tipo de material procedente del Monte Testaccio desde hace años, continúa así su labor de documentación e investigación. Esta estancia, junto con los trabajos venideros, posibilitará la publicación de estas nuevas inscripciones, ampliando nuestro conocimiento sobre este importante yacimiento y los mecanismos de comercio que unieron la producción olearia hispana con el centro del Imperio.
En la primera imagen, el prof. Ozcáriz examinando un fragmento anfórico junto al acueducto de Claudio, en la sede de Santa Croce de la Soprintendenza Archeologica.
En la segunda imagen, un grabado del s. XVIII con un ánfora de tipo Dressel 20 con ejemplos de tituli picti.