Desde el pasado lunes 4 de mayo podemos salir, de manera controlada, a dar paseos y a hacer deporte. Por fin se nos ha dado la oportunidad de salir un rato de casa y respirar el aire fresco, algo que llevábamos esperando durante muchas semanas de confinamiento.
Pero nos han podido esas ganas de disfrutar de un paseo por nuestras calles, y desde ese mismo lunes hemos empezado a tirar por tierra lo que tanto nos estaba costando: la vuelta a la normalidad.
Esta semana han subido los contagios y las redes sociales están inundadas de vídeos e imágenes de miles de personas que no están haciendo las cosas bien, que salen a horas que no les corresponden, o bien realizan dos o tres paseos al día. Es por este motivo por el que solo la mitad de la población española pasó ayer a la primera fase.
La lucha titánica que están realizando sin descanso los médicos y doctoras en los hospitales no sirve de nada si solo hacemos bien la actividad de salir a las ocho de la tarde a aplaudirles durante un minuto. De nada sirve esto si después nos ponemos en peligro nosotros mismos por las calles, y ponemos en riesgo a los que tenemos a nuestro alrededor.
Así que el 49% de la población que seguimos en la fase 0 tendremos que esperar para poder juntarnos con familiares y amigos y disfrutar de una cerveza en una terraza. Por nuestra insolidaridad y porque, si esto vuelve a rebrotar, los enfermeros y enfermeras no van a poder hacerle frente y las consecuencias serán aún peores que no poder ver a nuestros más allegados.
Salgamos, pero con cabeza, y hagamos las cosas bien para salir todos juntos de esto.