Nuestro campus cuenta con dos modalidades de estudio, semipresencial y presencial. Cada una de ellas tiene sus propias características y sus estudiantes no han notado el cambio de la misma forma. Los alumnos de presencial se centran más en preparar sus métodos de estudio; fijan una hora para levantarse, combinan los descansos de estudio con otras actividades o preparan una lista de tareas para organizarse el estudio de todas las asignaturas. Los estudiantes de semipresencial, sin embargo, están acostumbrados a no acudir a clase y se organizan de la misma forma que lo hacían antes.
Pese a estar encerrados, todos los alumnos coinciden en que son capaces de organizarse estudiando por su cuenta. En su tiempo libre, cuando no están estudiando, aprovechan el confinamiento para desarrollar otras actividades productivas como ver series o películas, chatear con amigos y familia, hacer deporte, leer, etcétera. Añaden que esto está sirviendo también, para desarrollar una mejor relación de convivencia con su familia. Lo más complicado de este confinamiento, aseguran, está siendo el aburrimiento que sienten en algunas ocasiones, así como el agobio por no poder salir de casa.
La mayoría de los estudiantes coinciden en que llegarán con ganas de resolver dudas con sus profesores y de mantenerse concentrados para aprender lo que quede de temario. Todos tienen ganas de volver a clase para tener contacto con sus amigos y compañeros y ver cómo se desarrolla lo que queda de curso.