Nora Fernández Fernández
El próximo viernes 28 de abril, la Orquesta y el Coro de la URJC estrenan Bodas de Sangre, de Federico García Lorca, en formato musical. La adaptación, compuesta por Miguel Tubía, está creada sobre el texto original de la obra y pretende mostrar una visión innovadora del universo lorquiano.
El concierto es en el Teatro Tomás y Valiente de Fuenlabrada, a las 19:30 h, y está dirigido por Gemma Camps, directora del Coro y Orquesta URJC.
Tal y como comenta la propia Camps, “esta iniciativa surge cuando conocí a Miguel Tubía en una colaboración con la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dramático). El año pasado, la orquesta tocó allí y Miguel me enseñó su versión musical de Bodas de Sangre. Me gustó mucho y me pareció una oportunidad muy buena porque se sale un poco del tipo de programación que suelen hacer las orquestas y coros de Madrid”.
Desde la universidad, “me parece muy importante hacer divulgación de una obra como es Bodas de Sangre, además de promover tocar y estrenar música de compositores españoles y vivos. Por eso, tanto a Miguel como a mí nos pareció que encajaba muy bien con nuestro proyecto y que era un reto interesante para todos”, señala la directora de ambas formaciones.
La obra musical, creada por el compositor Miguel Tubía, ha tenido que adaptarse un poco al formato de la orquesta a nivel instrumentación y también al coro, aunque ha intentado ser fiel a la idea de Tubía y, por supuesto, al texto de Lorca. Ante la condición de estreno, Camps señala que “nunca es fácil estrenar una obra, porque a los directores nos gusta tener una idea de lo que tiene que ser en la cabeza y este no ha sido el caso”. Además, la directora señala la presión de que todo salga bien y “lo difícil que es llevarlo a tu terreno y hacerlo tuyo”. La parte buena, sin embargo, “es que puedes trabajar con el propio compositor, cosa que no podemos hacer con la mayoría de las obras que tocamos, y el gran aprendizaje que nos llevamos todos”.
Con vistas en la actuación, Camps espera reflejar “de la mejor manera posible la idea que tiene Miguel, que se entienda el mensaje que quiere dar a través de la música y comunicar de la forma más exacta las palabras de Lorca, que no es fácil”. En este sentido, Camps señala que “trabajar con Miguel ha sido un gusto y ha sido muy fácil entendernos para intentar hacer la mejor versión posible”.
La acogida del evento ha sido realmente buena, casi llenando la sala a varios días del estreno. Actualmente, quedan algunos sitios de las últimas filas del teatro que, casi con certeza, terminarán por ser ocupadas. Las entradas al concierto pueden conseguirse desde el siguiente enlace: Musical Bodas de Sangre
En este aspecto, Camps se ha llevado una grata sorpresa, “ya que la música contemporánea no siempre tiene la mejor acogida, así que estoy muy contenta de que la gente aprecie lo que estamos haciendo y pueda ver y escuchar la obra de Miguel Tubía que, personalmente, creo que vale muchísimo la pena”.
El concierto cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Fuenlabrada, que ha cedido el teatro, y con la participación de entidades de música superiores como la Escuela Creativa, Forum Musikae o la Escuela de Canto de Madrid. Sin embargo, “la mayor parte de la producción, la hemos preparado y organizado desde la propia universidad, concretamente desde el Vicerrectorado de Comunidad Campus, Cultura y Deporte, que es el paraguas bajo el que estamos la Orquesta y el Coro”, matiza su directora. La Unidad de Cultura de la URJC, dirigida por Javier Otero, profesor de Estética y Teoría de las Artes, también ha sido clave en la organización y coordinación del concierto.
Por último, la directora ha querido remarcar “el éxito que supone estrenar una obra como Bodas de Sangre en versión musical desde una orquesta y un coro amateur, porque estos son los proyectos más difíciles de hacer, pero también los más gratificantes”. En nombre de toda la Orquesta y el Coro URJC, Camps espera “transmitir la emoción con la que se ha escrito la obra, tanto desde el punto de vista de Lorca como de Miguel Tubía”. El objetivo, ante todo, “es saber transmitir la emoción y disfrutar”, concluye Camps.