Alberto Gómez
En el año 2019, el Consejo de Gobierno de la URJC aprobó un plan de infraestructuras para modernizar algunos de los edificios de los campus de la Universidad. Entre los proyectos de construcción más destacados estaba el edificio aulario-departamental en el Campus de Madrid-Vicálvaro. Después de que el Decanato de la FCJS, la Oficina Técnica y el Rectorado detallaran las necesidades de este edificio, en diciembre de 2020 se llegó a un acuerdo con el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid para celebrar un concurso de ideas para escoger el diseño final del edificio.
“La nuestra es una universidad grande, diversa, que había crecido mucho durante los últimos años y la construcción de nuevos edificios y la modernización de nuestras instalaciones era un elemento estratégico para garantizar nuestro futuro. Era, no obstante, una tarea con unos impactos presupuestarios muy notables y que exigía la colaboración transversal, entre los distintos servicios y actores de la URJC”, ha afirmado durante la ceremonia Antonio G. Marqués, delegado del Rector para Políticas de Excelencia.
De la multitud de solicitudes que recibió la Universidad Rey Juan Carlos y COAM, fueron 15 proyectos los que cumplieron con todos los requisitos que fueron pedidos previamente. Andante piano, BI-21012, Campus (no virtual), Cátedra 2.0, De la necesidad, jardín, Diagonal, El aire que respiro, Estáporvenir, GoMotion, LocusLUDENS, Naos, never walk alone, Pecten, The corner y Tramaslas son las propuestas finalistas que han tenido que presentar una memoria descriptiva y dos paneles.
La idea de never walk alone ha sido la premiada durante el evento celebrado en el Salón de Actos del Campus de Madrid. Mientras que el segundo premio y las menciones honoríficas fueron para Campus (no virtual), NAOS, Estaporvenir y De la necesidad, jardín, respectivamente.
Antonio G. Marqués, ha definido el proyecto ganador como “un edificio que los estudiantes de este campus merecen, un edificio que el profesorado de este campus merece y, si me permitís, un edificio que los vecinos del barrio de Vicálvaro merecen. Un punto de encuentro para la comunidad universitaria, un edificio versátil que potencie nuestro papel de transformación social y un edificio que, en definitiva, ayude a que nuestra universidad esté en una mejor posición para hacer frente a los retos de la educación e investigación del Siglo XXI”.
