Raúl García Hémonnet/Redacción
El encuentro ha servido para planificar cómo llevar a cabo este nuevo curso dando continuidad a la investigación que tan buenos resultados está dando para futuras publicaciones.
Con esta terapia, se pretende que los pequeños alcancen su desarrollo motor máximo, en un ambiente lúdico y lleno de estímulos que le ayuden a descubrir el mundo que les rodea. De lo que se trata es de estimular la capacidad de comunicación oral y sus estructuras, desarrollar habilidades sociales en grupo y memoria, fomentar la autonomía personal y estimular la motricidad gruesa y fina de los menores.
El proyecto ha demostrado que la interacción con los perros crea unos lazos emocionales que mejoran su autoestima y sus capacidades individuales. Por tanto, el progreso es muy positivo teniendo en cuenta la complejidad de su discapacidad infantil.
Sesiones en la Universidad
Las sesiones se continuarán realizando en dos instancias diferentes. Una parte se llevará a cabo en las propias instalaciones de la Fundación y la otra, en las de la Clínica Universitaria de la URJC, aplicadas a los menores y a los cuidadores (familias de dichos menores).
‘Un perro, un niño feliz’, forma parte de la iniciativa ‘Primera Estrella’, que desarrolla la Fundación Ana Carolina Díez Mahou desde hace algunos años. Con este que ahora comienza, es el segundo curso en el que la URJC, a través de la OIAA, colabora con el proyecto. El programa cuenta con el visto bueno del Comité Ético del Hospital Universitario 12 de Octubre y del Comité Ético de la Universidad Rey Juan Carlos.
Además de representantes de la URJC y la Fundación, a la reunión también han asistido integrantes de las asociaciones ‘Perros Azules’ y ‘Animal Nature’.