Irene Vega
Esta reunión internacional busca ser un punto de encuentro para todos aquellos investigadores que trabajan en el desarrollo de aplicaciones analíticas con técnicas de cromatografía de líquidos y espectrometría de masas, con el principal objetivo de compartir las novedosas investigaciones, avances y aplicaciones. Estas técnicas se emplean como herramientas para el control y cuantificación de contaminantes orgánicos que permitan garantizar la seguridad medioambiental y alimentaria.
El evento, celebrado en Ottawa (Ontario, Canadá) y en la modalidad virtual los días 14 y 15 de octubre, ha contado con 8 ponencias invitadas, 18 comunicaciones orales y 22 comunicaciones póster, entre ellas la presentada por Natalia Casado Navas, en representación del grupo de investigación GQAA-MAF (Grupo de Investigación en Química Analítica Aplicada a Medioambiente, Alimentos y Fármacos), dirigido por la profesora Isabel Sierra. La comunicación oral titulada “Green analytical methodology to monitor pyrrolizidine alkaloids in aromatic herbs: a miniaturized and modified QuEChERS extraction coupled to UHPLC-IT-MS/MS determination” ha recibido el premio a la mejor comunicación oral en la categoría de investigadores patrocinado por Waters Corporation. Este trabajo ha sido realizado por Natalia Casado, Sergio Izcara, Sonia Morante-Zarcero, Damián Pérez-Quintanilla e Isabel Sierra.
Novedosos métodos analíticos para controlar la presencia de contaminantes en los alimentos
El trabajo reconocido internacionalmente expone la problemática que existe actualmente con los alcaloides pirrolizidinicos, unas toxinas naturales producidas por determinadas plantas que pueden llegar al consumidor a través de distintas vías (contaminación en la recolección, alimentación animal, transferencia horizontal a través de la tierra de cultivo, etc.), cuya ingesta puede producir a largo plazo daños hepáticos y pulmonares, además de ser compuestos potencialmente cancerígenos y genotóxicos. De hecho, en los últimos años ha habido un gran número de alertas alimentarias sobre la presencia de estas toxinas en elevada concentración en una gran variedad de productos alimenticios, de los cuales destacan las especias y hierbas aromáticas. “Nuestro trabajo se ha centrado en el desarrollo de métodos analíticos que ayuden a controlar la presencia de estos contaminantes en los alimentos, basados en técnicas de microextracción que cumplen con los principios de la química verde (mínimo uso de disolventes orgánicos y pequeñas cantidades de muestra), así como su análisis con potentes técnicas instrumentales como la cromatografía de líquidos de ultra alta eficacia acoplada a espectrometría de masas”, explica la profesora Isabel Sierra.
Con el método desarrollado se ha conseguido determinar la presencia de los 21 alcaloides pirrolizidinicos que exige controlar la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en distintas matrices alimentarias, como algunas hierbas aromáticas (romero, albahaca, tomillo y hierbas provenzales). Tras el análisis de las muestras, el equipo científico ha podido comprobar que todas las hierbas aromáticas estaban contaminadas con estos alcaloides y que dos muestras de tomillo sobrepasaron los límites de concentración máximos establecidos en la regulación (400 µg/Kg de muestra).
Los resultados de este trabajo ponen de manifiesto la importancia de desarrollar estrategias analíticas que permitan identificar y controlar la presencia de estos contaminantes en los alimentos para garantizar la seguridad de los consumidores. Esta investigación está financiada con el proyecto EVALKALIM (RTI2018-094558-B-I00), cuya investigadora principal es la Dra. Isabel Sierra.