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Jueves 28 de Septiembre de 2017 a las 11:10

Alumnos de la URJC competirán por uno de los premios del EDPR University Challenge 2017

El proyecto que presentarán ofrece un sistema de aprovechamiento eficiente de la energía a partir de la recreación de corales artificiales.

Irene Vega

Alicia Caballero y Norberto Gonçalves, ambos estudiantes de último curso del Grado en Ingeniería de Materiales en la URJC, han sido seleccionados entre los 15 finalistas de la competición EDPR University Challenge 2017, que tendrá lugar este jueves 28 de septiembre en el Hub Madrid. Los estudiantes de la URJC tendrán que defender su proyecto ‘Arrecife de corales artificiales’ en una fase de presentación inicial (‘elevator pitch’) durante dos minutos ante un jurado profesional del mundo de las energías renovables. Después de esta primera prueba, los cinco mejores proyectos pasarán a la final del certamen y podrán explicar en detalle su trabajo en un tiempo máximo de cinco minutos.

“En la primera presentación nos hemos apoyado en una imagen en movimiento (gif) para poder apreciar de forma visual el funcionamiento del coral, además de aportar otros datos técnicos”, explica Alicia Caballero.

La segunda presentación que tienen preparada será más convencional desde el punto de vista de un proyecto de ingeniería. “Si pasamos a la fase final, nuestra exposición tendrá un formato convencional con gráficos, datos técnicos e imágenes. Con las estimaciones que hemos realizado haremos ver al jurado que nuestro proyecto es viable y puede convivir con el ecosistema marino, ya que no genera impacto medioambiental”, aclara Norberto Gonçalves.

En su proyecto, los alumnos de la URJC han contado con el apoyo de un tutor, Álvaro Rico, profesor de la Escuela de Ciencias Experimentales y Tecnología (ESCET), pero la idea original, así como el diseño y desarrollo del trabajo ha sido realizada por los estudiantes.

Réplica de estructuras marinas naturales

Alicia y Norberto han diseñado, seleccionado los materiales y realizado la estimación de costes de implantación y producción de un dispositivo que sea capaz de generar energía eléctrica aprovechando los movimientos del mar, sin alterar el ecosistema marino. “Para ello hemos utilizado un material polimérico piezoeléctrico, el polifluoruro de vinilideno (PVDF), puesto que la base de estos materiales es la generación de electricidad mediante su deformación”, explica Norberto.

El dispositivo está compuesto de una estructura principal la cual sirve como protección del cableado. “Del tronco salen pequeñas ramas uniendo el PVDF con la estructura. El dispositivo se asemeja a un coral marino, por tanto cumple uno de los objetivos principales: no alterar el ecosistema ni ocasionar impacto visual”, afirma Alicia.

En el diseño, las láminas de PVDF se disponen en una estructura rígida que actúa como soporte estructural y que permite resistir las solicitaciones dinámicas propias del medio marino. Esta estructura replica en su geometría a los corales naturales, además de estar construido con materiales biocompatibles. La idea original es permitir que los organismos acuáticos que forman los corales naturales adopten las estructuras artificiales generando una red mixta natural/artificial que fomente el crecimiento normal de arrecifes (agrupaciones coralinas) totalmente funcionales.

Las estimaciones finales que han llevado a cabo apuntan a que cada coral artificial puede proporcionar el 5% de la demanda de energía mensual de una familia media española. Por tanto, los alumnos de la URJC señalan que “esta propuesta de aprovechamiento debe entenderse como una ayuda a las fuentes de energía principales, siendo una energía totalmente renovable, de aporte continuo (las corrientes marinas que deforman las láminas de PVDF no cesan) y respetuosa con el medio natural en el que se instala”.