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Álvaro Sancho, estudiante de 4º de Comunicación Audiovisual en la URJC, junto a su cortometraje Luciérnagas, consiguen llegar a la final del Festival Académico de Cine Universitario Internacional (FACIUNI)

Escrito por ALBA IRUELA LEON

 

Una bodega, mapas, una pistola, una radio y luz tenue, serán el escenario donde este joven zaragozano, Álvaro Sancho, desarrolle la trama que ha llegado a ser considerada como uno de los mejores cortometrajes para el jurado del Festival Académico de Cine Universitario Internacional (FACIUNI) en su 8ª edición.

 

 

El cortometraje Luciérnagas, creado íntegramente por Álvaro Sancho, es uno de los tres finalistas, a nivel internacional, que aspira a conseguir una beca para estudiar durante un curso de verano en la prestigiosa Universidad de Southern California School of Cinematic Arts, becado por FACIUNI. El último filtro del festival consiste en una votación online que finaliza el 18 de febrero. Para votar se puede hacer a través de este link: https://faciuni.com/ue/becas

Para este estudiante la idea comenzó durante la cuarentena, cuando uno de los profesores pidió a los alumnos que realizaran un corto como trabajo final de la asignatura. “Estaba confinado, nada me impedía hacer un buen corto para aspirar a la máxima nota” comenta Álvaro.

El cortometraje gira en torno a un mundo donde la humanidad ha desaparecido debido a la pandemia de la COVID19. Solo y sin esperanzas un joven que ha conseguido huir y esconderse en Los Pirineos, pide ayuda a través de la frecuencia de radio a la que nadie responde.

“Cuando se suspendieron las clases el pasado marzo, tuve que volverme a mi casa en Zaragoza. Aquí tenemos una casa grande, con una bodega que fue donde pude grabar todo el corto. Pensar la idea, grabarla y montarla me llevó unas tres o cuatro semanas”, comenta Sancho.

Este aspirante a director declara que le encanta la dirección y el montaje cinematográfico. Sin embargo, no le ha temblado el pulso al tener que ponerse frente a las cámaras e interpretar al personaje que aparece en Luciérnagas. Se ríe cuando se ve en pantalla anotando que “encima durante la cuarentena fue el momento en el que todos nos rapamos el pelo porque era lo más cómodo… Pues a mí no se me ocurre otra cosa que hacer un corto para que me vea todo el mundo. Normalmente no tengo ese corte de pelo ni esa barba".

El cortometraje está inspirado en “The Last Of Us”, un videojuego apocalíptico que está protagonizado por zombies en lugar de por el coronavirus. El nombre de Luciérnagas, añade, sería una metáfora “como el mundo y la sociedad se han desvanecido, solo quedan esos pequeños puntitos de luz (personas a las que trata de localizar Román San Mateo, protagonista de la historia) revoloteando entre toda la oscuridad”.

País Vasco es uno de los lugares clave en la historia de Álvaro Sancho, aunque aclara que “no decidí ese lugar porque haya algo que me ligue a él, sino por el escenario que estaba describiendo. Tener un huerto y salir a cazar, como hace el personaje, me parece más fácil asimilarlo con el norte de España antes que en un piso de Carabanchel”.

A pesar de que Luciérnagas es un trabajo que ha desarrollado solo, Sancho confiesa que hubo un plano donde tuvo que ayudarle su madre: “Antes de comenzar a grabar tengo todas las ideas claras en mi cabeza y para el plano final sabía que quería hacer un travelling hacia atrás, dando la sensación de abandono al personaje. Cuando no tienes equipo profesional se utiliza una toalla que colocas debajo del trípode y tiras de ella poco a poco. Esa fue la tarea de mi madre”.

Álvaro Sancho asegura que ganar el premio sería una oportunidad que no dejaría escapar, aunque sabe que es difícil porque hay muy buena competencia. Sin embargo, nos recuerda sus pensamientos cuando dejó Zaragoza para iniciar su nueva etapa en Madrid “si me voy es para intentarlo todo a muerte. Es lo que me dije a mi mismo, lo que estoy haciendo y poco a poco parece que está dando sus frutos”.

 

Modificado por última vez el Lunes 15 de Febrero de 2021 a las 12:14