En esta ocasión, dadas las aun vigentes limitaciones impuestas por la normativa sanitaria, se organizaron seis actos presenciales en grupos de grados reducidos. Lamentablemente, no pudimos contar con la presencia de familiares y amigos en el interior del Aula Magna, como todos hubiéramos deseado. En su lugar, las ceremonias se retransmitieron en directo, y los acompañantes pudieron reunirse con los graduados en el exterior donde, una vez finalizado el acto, se instaló un photocall y pudieron compartir con ellos y con los profesores asistentes la felicidad de su graduación.

Como es tradicional en las ceremonias de graduación de la ESCET, se contó con la intervención del Coro de la Universidad Rey Juan Carlos, y con una reducida representación de profesores y personal de la biblioteca y del personal de administración y servicios. Los estudiantes y profesores, escogidos por los propios graduados, dieron emotivos discursos con frecuentes alusiones a las enormes dificultades y retos que han supuesto estos dos últimos cursos académicos. También se entregaron las distinciones a los mejores expedientes de cada titulación.

En su discurso final, el director de la ESCET hizo un obligado recordatorio de las familias de los egresados y ensalzó el enorme sacrificio que todas habían realizado para que los graduados alcanzarán sus objetivos. También alabó a estos por haber demostrado una enorme resiliencia y una gran capacidad de soportar dificultades sin precedentes durante esta pandemia, que sin duda va a definir a toda una generación.

Para terminar el acto, egresados, docentes y familiares visitaron los árboles plantados en el Campus en recuerdo a estas dos promociones, continuando la tradición de todos los actos de graduación de la ESCET. En esta ocasión, se escogieron un acebuche y un abedul, dos especies cargadas de simbolismo y muy asociadas en la cultura popular a la capacidad de resistir, recuperarse, renovarse y salir reforzados de situaciones de crisis.

Con la organización y celebración de estos actos, aunque con las limitaciones impuestas por la situación sanitaria, se cumple el objetivo de celebrar un momento muy importante en la vida de nuestros estudiantes y, a la vez, de reconocer el enorme esfuerzo realizado por toda la comunidad universitaria para, superando unas circunstancias tan complejas, alcanzar la ansiada meta de la graduación.