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Martes 12 de Junio de 2018 a las 14:02

La Clínica Universitaria comienza la atención de pacientes con Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal

Bajo las siglas TEAF, este síndrome es ocasionado por el consumo de bebidas alcohólicas en el embarazo y afecta a la conducta, al físico y al aprendizaje de los menores. La Clínica de la URJC es la única en la Comunidad de Madrid que atiende a las familias y a sus hijos de adopción afectados.

Laura Susín Ascaso

Hasta hace algunos años, este solía confundirse con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDH). Sin embargo, el TEAF tiene algunos comportamientos añadidos. Falta de atención, hiperactividad y agresividad son algunos de los síntomas a corto plazo. Especialistas en neuropsicología como Roberto Fernándes, de la Clínica Universitaria de la URJC aseguran que “cada día más familias españolas descubren en sus hijos de adopción este tipo de conductas”.

Uno de los motivos principales es el elevado consumo de alcohol de embarazadas en países como Rusia, Ucrania y Europa del Este. Territorios donde “prácticamente el 100% de la población toma a diario bebidas alcohólicas”, asegura el doctor. Sin duda, el periodo de gestación es la fase más crítica del desarrollo neuronal y justo el momento en que se producen grandes alteraciones cerebrales. “Si a esto le sumamos el abandono y el posterior periodo de adopción”, dice el experto, “gran parte de estos niños manifiestan dificultades cognitivas”.

El Servicio de Intervención de este trastorno en la Clínica de la URJC es pionero en la Comunidad de Madrid y se sitúa como el tercer centro del país en introducir esta área. Desde aquí se lleva a cabo un tratamiento interdisciplinar en el que intervienen neuropsicólogos, psicólogos, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales. Tratan la percepción, la atención del menor, evalúan los problemas que derivan de su conducta, recuperan parte de su capacidad motora y comunicativa y, por último, se encargan de adaptar la vida de los pequeños a su día a día.

Junto a la Clínica, la Universidad Rey Juan Carlos trabaja de forma paralela investigando para mejorar tanto el diagnóstico como el tratamiento. Ahora, médicos y afectados piden más información y concienciación. Todo para evitar que sigan naciendo más niños con este síndrome y hacer sencillos sus primeros pasos en la vida.